El sistema de financiación autonómico, cuya renovación está pendiente desde tiempos de Mariano Rajoy, no contenta a nadie. Ni a las autonomías que abonan más que lo que obtienen ni a las que reciben menos de lo que aportan. En este último vagón está Galicia, que reclama desde hace años un cambio en el modelo de financiación en el que se tengan en cuenta, por ejemplo, la dispersión y el envejecimiento a la hora de calcular el coste de la prestación de los servicios públicos. Pese a esta reclamación, Galicia está entre las tres comunidades más beneficiadas por los mecanismos de nivelación, ya que pese a generar menos recursos tributarios que la media estatal, acaba con un volumen por encima de la media gracias al sistema de financiación actual.

Los gallegos reciben, de media, un 33% más de lo que aportan al Estado. Según el Mapa de Financiación Autonómica que publicó ayer el Instituto de Economía de Barcelona (IEB) -un centro de investigación de la Universitat de Barcelona- los habitantes de la comunidad generaron unos ingresos tributarios medios de 2.210 euros en 2018, una cifra que aumentó hasta los a 2.937 después de aplicar los mecanismos de nivelación y los fondos de ajuste del sistema de financiación autonómico.

La más beneficiada es la comunidad extremeña que disponía inicialmente de un volumen de recursos tributarios de 1.770 euros al año por habitante de media y que subieron hasta los 3.089 una vez aplicados los fondos del modelo. Un 74% más. Por detrás de Extremadura se sitúa Castilla-La Mancha, que obtuvo una media de 2.775 euros por habitante, con un incremento medio del 36%. Después aparece Galicia.

Estas son las tres comunidades más beneficiadas por el actual modelo de financiación, según el estudio del IEB. Las tres más perjudicadas son Madrid, Baleares y Cataluña. Para el instituto, esta tendencia se repite desde 2009.

En 2018, la Comunidad de Madrid disponía de unos recursos tributarios medios de 3.482 euros por ciudadano, pero, una vez aplicados los fondos del modelo, acabó disponiendo de una media de 2.631. Un 24,4% menos.

En el caso de las Baleares, la aplicación de todos los fondos del sistema de financiación supuso una reducción del 15,5 %. En 2018, la comunidad balear generó unos ingresos tributarios medios de 3.185 euros por habitante, que quedaron reducidos a 2.691. Por su parte, Cataluña generó 2.967 euros por persona en 2018, que quedaron en 2.664 tras aplicar los mecanismos de nivelación y los fondos de ajuste del sistema. Un 10,2% menos.

Los autores del Mapa de Financiación Autonómica, que muestra la evolución de los recursos disponibles en cada territorio por habitante a medida que se aplican los mecanismos de nivelación y los fondos de ajuste, consideran que los datos justificarían "una revisión del modelo" vigente desde 2009 y con una tendencia similar en las mismas comunidades desde hace 10 años.

Eso sí, consideran que el mecanismo de nivelación (conocido como Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales) "cumple correctamente con el objetivo de reducir la distancia entre las comunidades con mayor y menor capacidad fiscal sin alterar el orden inicial". El IEB propone "adaptar el cálculo de los pagos a cuenta a la realidad económica del momento y no a unas previsiones futuras" como hasta ahora, y también ajustar las retenciones en el IRPF a la tarifa autonómica para visualizar la responsabilidad fiscal de las comunidades.

A Galicia le interesa que se tenga en cuenta el coste de la prestación de todos los servicios públicos para calcular las necesidades de financiación, y no solo como se hace ahora con el coste de los servicios públicos esenciales: sanidad, educación y dependencia.