Galicia reclama al Gobierno central una moratoria para la aplicación del nuevo decreto que prohíbe el uso de purines mediante sistemas de plato o abanico, muy populares en la comunidad, y obliga a medir sus nutrientes. El conselleiro do Medio Rural, José González, censuró la norma y pidió adaptarla a las especificidades autonómicas, pues en su actual redacción hace "inviable" su aplicación en varios aspectos.

El conselleiro avanzó ayer que la Xunta ha presentado 22 alegaciones al decreto, al tiempo que dejó claro que "no es el momento" de sacarlo adelante al estar abierto el debate en la Unión Europea sobre la definición de la Política Agraria Común (PAC) para los próximos siete años.

La norma establece una reducción de emisiones de amoníaco y en el lavado de nitrógeno en los suelos, exigencias que pide flexibilizar Medio Rural ante el importante porcentaje de pastoreo que presentan las granjas gallegas. De no cumplir esos criterios, podrían perder gran parte de las ayudas comunitarias de la PAC. González aseguró que la propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación "no tiene en cuenta las particularidades" de Galicia, como el tamaño de sus explotaciones, la orografía, los cauces fluviales o la atomización de las parcelas.

En la petición de reducción de emisiones del sector vacuno, por ejemplo, la consellería denuncia "errores de cálculo" que las sobrevaloran en un 30%. "Malamente podemos exigir una rebaja cuando está mal calculada", declaró González en rueda de prensa, informa Europa Press.

Otra de las alegaciones presentadas por el Gobierno gallego radica en la reclamación de que se aplique de forma "gradual" la prohibición de usar productos a través de sistema de plato, abanico o caño, pues consideran que debería empezarse por las explotaciones de mayor tamaño y extenderse en un período de dos años a las pequeñas.

Además, denuncia los excesivos costes del análisis del suelo para adaptar los purines a las necesidades de cada terreno.