El Consejo de Ministros aprobó ayer, en segunda lectura, la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, que amplía su ámbito de aplicación, prohíbe nuevas prácticas comerciales desleales y generaliza los contratos por escrito en todas las operaciones, lo que beneficiará a los ganaderos gallegos en la venta de leche.

En concreto, con las actualizaciones de la ley realizadas en febrero y las que ahora van a las Cortes Generales se avanza en el compromiso del Ejecutivo de modificar esta norma para impulsar un reparto equitativo del valor añadido a lo largo de la misma, fomentar la transparencia en la formación de precios y proteger a los eslabones más débiles en la cadena.

De esta forma, la nueva norma completa los cambios inaplazables introducidos por el real decreto de medidas urgentes en materia de agricultura y alimentación e incorpora en esta segunda fase al ordenamiento nacional la Directiva europea 2019/633 relativa a las prácticas comerciales desleales en las relaciones entre empresas en la cadena de suministro agrícola y alimentario.

Noviembre de 2021

Tras el Consejo de Ministros, el titular de Agricultura, Luis Planas, detalló que la tramitación parlamentaria de la nueva norma se concluirá en el primer periodo de sesiones de 2021 con el objetivo de cumplir el plazo previsto por la directiva europea y que entre en vigor previsiblemente el 1 de noviembre de ese año.

La reforma de la ley de cadena alimentaria, según destacó el ministro de Agricultura, pretende dar mayor transparencia al funcionamiento de la cadena y a la formación de precios, lograr un equilibrio en todos los eslabones y proteger al más débil, el agricultor y el ganadero.

"Este es un proyecto que tiende a fomentar la innovación y la competivividad de la cadena, a tener un reparto más justo del valor y de cómo se retribuye a cada elemento de la cadena. Es un paso adelante de un sector que es altamente competitivo", destacó Planas. Asimismo, subrayó el compromiso del Gobierno con el mundo rural y su transformación.