Planes de seguimiento a conductores multirreincidentes, uso pionero de furgonetas, camiones o motos camufladas para perseguir a los más infractores al volante, mensajes en los medios de comunicación para combatir una de las lacras de la accidentalidad en las carreteras gallegas: el consumo del alcohol y/o las drogas, y para tratar de erradicar la principal causa de la siniestralidad viaria: el uso del móvil mientras se conduce. La hoja de ruta que se marcó Francisco Javier Molano cuando hace seis años se puso al frente del Sector de Tráfico en Galicia ha permitido, junto con las actuaciones de la DGT, la Xunta y el Gobierno central, reducir la cifra de muertos en la comunidad, pasando de ser una de las autonomías con la mayor tasa de accidentalidad en sus vías a estar en la cola. En este periodo se ha consolidado un descenso de la siniestralidad en paralelo a un cambio de comportamiento en los conductores, según destacó ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada, tras reunirse con Molano, a quien felicitó por su reciente ascenso a coronel.
Losada reconoció el esfuerzo de Molano por visibilizar en estos años la función disuasoria, de auxilio y de prevención que realiza la Guardia Civil en las carreteras, más allá de la meramente sancionadora. Una tarea acertada, según incidió el delegado, en la que el jefe del Sector de Tráfico en Galicia ha apostado por dignificar la denuncia y hacer que la presencia de un guardia civil en la red viaria sea sinónimo de seguridad.
Con Molano al frente del Sector, se generalizaron los controles de drogas y del uso del móvil y se incorporaron nuevos medios técnicos en la vigilancia del tráfico.