La lucha contra la crisis socioeconómica causada por la pandemia de Covid-19 se enfoca por parte de los gobiernos europeos con una estrategia diametralmente opuesta a la empleada ante la recesión financiera de hace una década. Entonces, se optó por la austeridad. Ahora, por el gasto público. La Unión Europea (UE) regará de millones las economías de la zona euro con diferentes líneas de ayudas, pero la Xunta alerta de la importancia de captar fondos para proyectos que se pongan en marcha a corto plazo, en uno o dos años, y no dentro de tres ejercicios. Entonces, podría ser tarde.

El director xeral de Planificación e Orzamentos de la Xunta, Miguel Corgos, defendió ayer en el Parlamento gallego que la Xunta "no reparará en gastos" para combatir la recesión, como muestra el aumento del techo de gasto en 1.515 millones de euros hasta los 11.660, un incremento derivado de la deuda y los fondos extra procedentes de Bruselas. Aun así, el Ejecutivo gallego ha advertido de que es una situación que no se repetirá.

En ese punto, destacó la importancia no solo de que el Gobierno central concrete criterios de reparto, sino también de priorizar desde Galicia aquellos proyectos con mayor dinamismo. Considera necesarios aquellos que puedan ponerse en marcha rápido, en 2021 o 2022. "No vale que se ejecuten fondos en 2024", advirtió durante su comparecencia en la comisión de reactivación económica del Parlamento gallego, informa Europa Press.

Este organismo del hemiciclo se abrió el martes con la presencia del vicepresidente segundo de la Xunta y responsable de Economía, Francisco Conde, una de las 46 voces que aportarán ideas, datos y argumentos para afrontar una crisis sin precedentes y en la que "lo peor esta por llegar", según ha insistido varias veces el presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo.

Para acceder al fondo antiCovid destinado a reformular la economía europea dotado con 670.000 millones de euros, el Gobierno gallego ha impulsado hasta el momento 108 proyectos empresariales que movilizarían una inversión pública y privada de 9.400. Entre ellas, destacan las apuestas de la administración por una planta para generar hidrógeno verde y biogás a partir de los excrementos del ganado y una planta de producción de fibras textiles a partir de la madera.

Ahora queda todavía que el Gobierno fije los criterios de distribución de las ayudas directas de la UE. Corgo, integrado en el equipo de la Consellería de Facenda, considera que estos no deben tener en cuenta únicamente los efectos de la pandemia, sino criterios de "cohesión y estructurales". Galicia aboga por la concurrencia competitiva de los proyectos empresariales en igualdad de condiciones.

El responsable del departamento de presupuestos de la Xunta también destacó los esfuerzos públicos para paliar los efectos de la crisis, como la prórroga fiscal decretada en abril hasta este mes de noviembre en el pago de los impuestos de transmisiones patrimoniales, sucesiones y del juego, lo que supuso que las arcas autonómicas dejasen de ingresar más de 35 millones de euros al mes.

La oposición, por su parte, pidió más ayudas de la Xunta a los sectores castigados por el parón económico. La nacionalista Noa Presas consideró "una tomadura de pelo" que esas inyecciones de dinero "no vayan a estar hasta dentro de 10 o 15 días". El Ejecutivo de Feijóo, añadió, "solo está enfocado al rescate del Íbex 35 y no del tejido económico gallego".

La socialista Begoña Rodríguez Rumbo exigió también "atender lo más inmediato" para que "nadie quede atrás", pero lamentó la falta de concreción sobre los resultados del plan de reactivación de la administración autonómica.

Por último, Paula Prado (Partido Popular) aplaudió el "gran esfuerzo" de la Xunta "sin reparar en gastos" para abordar esta coyuntura.