Los consumidores reclaman, cada vez más, productos ecológicos. Por ello, la transformación hacia los cultivos libres de productos químicos tiene más relevancia. La Comisión Europea está impulsando medidas para que dentro de una década el 25% de todas las tierras de cultivo de Europa se dediquen a este tipo de agricultura. Los cultivos ecológicos son más respetuosos con el medioambiente y ayudan a abordar problemáticas como la disminución de químicos en la cadena alimentaria, la reducción de emisión de gases de efecto invernadero o la desertificación. En la actualidad, dos tercios de los suelos agrícolas de España están en riesgo de desertificación, lo que significa que la mayoría de los cultivos están por debajo del umbral óptimo de productividad debido a un bajo contenido en materia orgánica en el suelo. Esta situación se puede revertir con la aplicación de soluciones más sostenibles y respetuosas con el medioambiente. A pesar del creciente cambio de mentalidad, todavía existen falsas creencias sobre la agricultura ecológica.

"Los productos químicos disminuyen el sabor de las frutas y las hortalizas".La fertilización química cuando se aplica en exceso puede disminuir el sabor y aroma de los frutos, ya que reduce su contenido de azúcares naturales. Cada vez, más agricultores apuestan por combinar la fertilización química con otros productos naturales.

"Las plagas no se pueden controlar sin productos químicos". En agricultura convencional se usan pesticidas químicos para hacer frente a las plagas, aunque también es posible controlarlas usando estrategias sostenibles. "En la actualidad, con la tecnología disponible, se puede sustituir esta práctica por una más responsable con el medioambiente como es el control biológico, que consiste en conseguir un equilibro biológico para cada cultivo y plaga", explica Enrique Cat, CEO y cofundador de Nostoc Biotech, compañía especializada en fertilizantes naturales.

"No es posible aportar nitrógeno a los cultivos sin emplear químicos". El nitrógeno es el nutriente que más directamente se relaciona con el incremento de la productividad de los cultivos. Hoy en día, debido a la revolución que este elemento químico produjo en la agricultura mundial del siglo XX, su aplicación es imprescindible en cualquier plantación. Sin embargo, los agricultores ecológicos, ante la imposibilidad de usar el nitrógeno químico, han sufrido para encontrar alternativas sostenibles, con lo que se han enfrentado a mermas considerables en la producción.

En la actualidad, las empresas elaboran productos a base de bacterias fijadoras de nitrógeno que, de manera natural, absorben el nitrógeno del aire y lo ponen a disposición de la raíz, lo que permite reducir la fertilización química en los cultivos.

"Los fertilizantes naturales son más caros que los químicos". Existe la creencia de que los productos ecológicos son más caros que los químicos. Para el agricultor es mucho más rentable invertir en fertilizantes naturales, ya que a medio y largo plazo conllevan más beneficios y, por tanto, una mayor rentabilidad que los que contienen químicos.