Clic. Este simple sonido nada más iniciar un viaje en carretera es lo que permite que, en caso de accidente, se llegue a destino en perfecto estado o que, por el contrario, se pase a formar parte de las negras estadísticas de Tráfico. El 28% de los fallecidos en lo que va de año en las carreteras gallegas no llevaban puesto el cinturón de seguridad, un porcentaje que en los últimos años se ha situado casi diez puntos por encima de la media nacional. Entre enero y octubre, las patrullas de Tráfico de la Guardia Civil interceptaron a casi 5.200 conductores y pasajeros sin dispositivo de seguridad, lo que se traduce en una media de 17 cada día. Este balance en los diez primeros meses del año deja 5.283 sanciones por no hacer uso del dispositivo de seguridad en la red viaria de la comunidad y que supusieron la retirada de 16.971 créditos -esta infracción acarrea la detracción de tres puntos-.

Aunque parezca un comportamiento de hace décadas, hoy se puede ver en carretera a menores viajar en el regazo de padres o abuelos sin el dispositivo de seguridad, adultos que se escudan en que van "ahí al lado" para no abrocharse el cinturón o a jóvenes que tras una noche de fiesta "se olvidan" de hacer ese clic salvavidas. Para tratar de corregir este comportamiento, la DGT ha decidido endurecer también el catálogo de sanciones para quienes inicien un trayecto sin cinturón de seguridad o que viajen con menores sin las correspondientes sillas de retención. En total, cuatro puntos menos a partir del próximo mes de enero.

Tras el repunte registrado el año pasado en las infracciones por no utilizar el cinturón o las sillas para menores (se pasó en los primeros diez meses del año de 6.910 sanciones en 2018 a 7.169 en el mismo periodo de 2019, lo que supone un incremento de casi el 4%), en lo que va de año se produjo un descenso respecto al ejercicio anterior: casi 5.300. Esta caída sin embargo está condicionada por el Covid, ya que las restricciones fijadas tras su estallido provocaron un descenso generalizado de las sanciones.