La Xunta ha corregido el borrador del nuevo Plan Forestal que, en un principio, planteaba un incremento de 25.000 hectáreas de eucalipto hasta 2040. Finalmente no solo se pone coto a las plantaciones de esta especie sino que fija como objetivo una reducción del 5%, lo que permitirá transformar 20.000 hectáreas de eucaliptales en bosques autóctonos. En conjunto, la Consellería de Medio Rural prevé elevar en 60.000 hectáreas las masas de frondosas caducifolias como castaños y robles.

"Vamos a intentar que Galicia no solo sea un pulmón dentro de España sino que sea un pulmón más grande tanto en el ámbito ambiental como en la lucha contra el cambio climática", señaló ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Hace dos años que la Xunta comenzó a elaborar el nuevo plan que regirá la política forestal de la comunidad autónoma en los próximos veinte años. Aunque se preveía que entrara en vigor a finales de 2018, el documento, que planteaba un incremento del 8% en la superficie ocupada por el eucalipto, quedó en stand bye hasta ahora. Tras cambiarse las previsiones referidas a la expansión de esta especie, el Consello de la Xunta analizó ayer el documento, paso previo a su consulta en el Consello Forestal y el Parlamento con el objetivo de que entre en vigor en el primer semestre de 2021.

El documento plantea incrementar las frondosas caducifolias hasta alcanzar las 425.000 hectáreas en 2040. No solo se promoverá la conservación de los actuales bosques de castaños sino que se incrementará su extensión en 16.000 las hectáreas, de las cuales la mitad será para producción de madera y la otra mitad para castañas.

También se propone un aumento de la superficie ocupada por pinos de 20.000 hectáreas mediante repoblaciones de ejemplares de alta calidad genética. ¿Y cómo se reducirá la extensión de los eucaliptales? La Xunta intentará mejorar la productividad de las masas existentes, reforzar el control sobre las nuevas plantaciones y transformar masas de eucaliptos de "degradadas" por otras especies.