Lejos de contenerse el declive demográfico que arrastra Galicia desde hace décadas, con una población cada vez más envejecida y el éxodo de jóvenes, todas las proyecciones apuntan a una caída del censo en los próximos años. Las previsiones más optimistas cifran la pérdida en una década de casi 140.000 habitantes, el 5% de la población gallega, según datos del INE. Pero hay informes que auguran un invierno demográfico aún más frío, con 200.000 vecinos menos en los próximos diez años, tal y como pronostica el Eixo Atlántico, que además alerta del "envejecimiento del envejecimiento", con 32 residentes de más de 80 años por cada 100 mayores de 65.