El manto de niebla que en plena construcción de la A-8 dejaba la autovía escondida ya auguraba una circulación complicada a su paso por Mondoñedo. Mientras palas, excavadoras y operarios echaban hormigón y levantaban los pilares del viaducto de O Fiouco, a casi 700 metros de altura, la niebla no permitía que los propios trabajadores se vieran aunque estuvieran a escasos pasos. Tales son las adversas condiciones meteorológicas en ese tramo de la Transcantábrica que los conductores se ven sorprendidos de manera frecuente con el cierre al tráfico. De media, unas 700 horas al año. Con el objetivo de mejorar la visibilidad en ese tramo y garantizar la seguridad de los usuarios, el Ministerio de Transportes ha empezado a testar dos de los cuatro prototipos con diferentes sistemas tecnológicos de ayuda a la conducción. El objetivo es reducir hasta un 85% las horas en las que la A-8 tiene que cerrar por los problemas que ocasionan los densos bancos de niebla entre Abadín y Mondoñedo, según apuntó ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada, en su visita a la zona para presentar los dos modelos.

En lo que va de 2020, el tramo de O Fiouco ya permaneció cerrado más de 500 horas -unos 21 días, según apuntó Losada-. De media cada año, el cartel de Tramo cortado por la niebla y de Desvío por intensa niebla la autovía del Cantábrico a su paso por Mondoñedo está cerrada 700 horas. "Con los sistemas que está testando el Ministerio de Transportes y los dispositivos de balizamiento de la DGT los cierres serán mínimos", garantizó Losada, quien avanzó que el cierre afectará a unas 100 horas anuales, de las que la mitad serían en horario nocturno, de modo que la autovía -extrapoló- permanecerá cerrada "solo unos cuatro días" al año.

Se da la circunstancia de que en este tramo ya hace más de seis años -en julio de 2014- la niebla ocasionó un accidente múltiple que dejó un fallecido y más de cuarenta de heridos. Desde entonces se trabaja en busca de una solución para una tramo de intenso tráfico, con una media de 8.500 vehículos al día, de los que 850 son de transporte pesado.

Losada recordó que, ahora, cuando se alcanzan los 40 metros de umbral mínimo de visibilidad, el Centro de Gestión de Tráfico desvía automáticamente la circulación hacia la N-634: "Nuestro objetivo es bajar este umbral a los 30 metros desde el próximo verano". "Estos prototipos pasarán las pruebas definitivas a partir de la próxima primavera, cuando empieza la época con más incidencia de nieblas, y una vez pase el verano se tomará la decisión sobre la implantación en todo el tramo, de uno solo o de los dos sistemas combinados", avanzó el delegado del Gobierno.