Parón en el crecimiento del precio de la tierra agraria en Galicia. El coste medio de la superficie para cultivos bajó 318 euros en 2019 tras tres años al alza hasta situarse en 14.607 euros por hectárea, un 2,1% menos que el ejercicio anterior. Es la segunda mayor caída de todas las comunidades. Sola la superó Aragón con un descenso del 4,1%. La bajada en Galicia es 1,8 puntos superior a la media nacional que fue del -0,3%.

El precio medio aumentó en 12 de las 17 comunidades, que suman el 67,3% de la tierra agrícola. Destacaron los incrementos de Baleares (+4,7%), Asturias (+4,2%) y Extremadura (+3,6%). Mientras que los descensos fueron en Aragón, Galicia y Andalucía.

Entre 2016 y 2018, el coste de la tierra de cultivo en Galicia no paró de crecer y en 2018 se convirtió en una de las tres comunidades que más contribuyó al aumento del valor de los terrenos agrícolas en España, junto a Castilla y León y Aragón.

En esos tres años, la revalorización de las parcelas en Galicia alcanzó el 12,8%, según la Encuesta de Precios de la Tierra publicada por el Ministerio de Agricultura. Esta escalada de precios tenía varias causas. La mejoría económica era una de ellas, pero, sobre todo, la escasa oferta de tierras y las pocas transacciones que se realizan en la comunidad. Esta falta de movimiento provoca que haya poca oferta y una elevada demanda, sobre todo en las dos provincias del norte.

Y también hay menos explotaciones y menos superficie cada año. El número de explotaciones agrarias muestra una reducción continuada desde 1960. Y además, en los últimos lustros se ha producido una pérdida importante de superficie agraria útil. Solo en el periodo 1985-2005 han desaparecido 145.000 hectáreas de prados y labradío.

Sin embargo, en 2019 el precio de la tierra agrícola volvió a caer, como ya lo había hecho en 2015. Habrá que esperar a los resultados de este ejercicio para saber si la bajada de 2019 ha sido puntal o el coste de la tierra sigue al alza, ya que con la crisis se ralentizaron las operaciones y las que se produjeron fueron a precios bajos, derivados de la necesidad de liquidez por parte de muchos propietarios.

La tierra más cara para realizar plantaciones se encuentra en Canarias, debido al tirón del plátano y a la escasez de parcelas. En esta comunidad, una hectárea valía en 2019 de promedio 87.779 euros, la misma cifra que un año antes. A continuación, pero lejos, le siguieron Baleares (20.906), Andalucía (20.082), Comunidad Valenciana (19.075) y Murcia (18.188).

Como contraste, la tierra agraria más barata de España estaba en Extremadura, con un precio de 4.398 euros, seguida de Aragón, con 5.110, y Castilla y León, donde la cotización se elevó a 5.901 euros. Galicia tiene la sexta tierra más cara.

En la comunidad gallega, el mayor desplome de precios se produjo en las tierras dedicadas a los cultivos herbáceos de secano con una caída del 10,6 % al pasar de 18.815 a 16.826 euros. El descenso fue de 1.990 euros por hectárea. Fue la mayor caída a nivel nacional. Pese a la bajada, el coste es el tercero mayor a nivel nacional, tras los dos archipiélagos: 42.385 euros en Canarias y 20.194 en Baleares.

Por el contrario, el mayor incremento fue en las parcelas de los cultivos herbáceos de regadío. Los precios aumentaron un 16% hasta los 15.626 euros (2.243 más que el año anterior).