La falta de acuerdo en el Pleno del Tribunal Constitucional obligará a cambiar la ponencia del magistrado Andrés Ollero favorable a conceder el amparo a un sindicalista que fue multado por un delito de ultraje durante unos incidentes ocurridos en 2014 frente al Arsenal Militar de Ferrol.

El trabajador llamó a "quemar la puta bandera" por lo que en este asunto se valoraban los límites de la libertad de expresión partiendo de una ponencia que abogaba por estimar su recurso. La propuesta partió en dos al tribunal de garantías, que la rechazó por seis votos frente a cinco, señalaron a Europa Press fuentes de este órgano.

En estos casos, el rechazo de la ponencia obliga al magistrado proponente a modificarla para adaptarla a lo señalado por la mayoría, si bien Ollero ha declinado y el asunto, que volverá a discutirse en el Pleno de mediados de diciembre, partirá de una nueva propuesta del también conservador Antonio Narváez, según las mismas fuentes. La sentencia sometida a discusión se dictó contra el delegado de la Confederación Intersindical Galega (CIG) Pablo F. por amenazar con prender fuego a "la puta bandera" durante una protesta laboral.

La discusión de este asunto llevaba produciéndose desde hace semanas en el TC y estaba siendo intensa, por lo que pese al cambio de ponencia es muy probable que el tema deje a este órgano muy dividido. El sindicalista fue condenado a una multa en marzo de 2017 por el Juzgado 1 de Ferrol como autor de un delito de ultrajes a España, una condena que fue después confirmada por la Audiencia Provincial de A Coruña. En su recurso ante el TC, la defensa de Pablo F. solicita que se declare que la condena vulnera el derecho a la libertad de expresión del sindicalista, lo que conllevaría la nulidad de las decisiones judiciales.

El orden del día del último pleno del TC incluía otro asunto con afectación a derechos fundamentales relacionados con el ejercicio de la libertad de expresión en relación con la protección de los sentimientos religiosos que finalmente ha quedado pendiente. Era la revisión de una condena de seis meses de cárcel impuesta a un activista que interrumpió en abril de 2017 una misa en la iglesia de Sant Pere de Banyoles (Girona) con gritos a favor del aborto ("Aborto libre y gratuito") y que exhibió una pancarta en el altar con el mensaje Fuera rosarios de nuestros ovarios.