Galicia, junto a Cantabria, Asturias y Castilla y León, las cuatro comunidades autónomas que gestionan a través de sus respectivos planes de gestión las poblaciones más numerosas de lobo ibérico de toda España, han logrado paralizar la propuesta del Ministerio de Transición y Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de incluir al lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).

Así lo anunció el Gobierno de Cantabria en un comunicado, en el que explicó que el Grupo de Trabajo del Lobo, conformado por técnicos del Ministerio y de las comunidades autónomas, tenía previsto abordar esta semana el borrador de la Estrategia para la conservación y gestión del lobo en España, elaborado por el Ministerio que dirige Teresa Ribera para su debate, y que ya determinaba la inclusión del lobo en el Lespre, pero las cuatro comunidades solicitaron que se retirara del orden del día.

El Grupo de Trabajo ha tomado entonces la decisión de elaborar un nuevo texto de estrategia. El texto será posteriormente analizado de nuevo en el Grupo de Trabajo para su consideración, evaluación y tramitación a los órganos que han de aprobar, en su caso, la nueva Estrategia.

Los consejeros medioambientales de Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León han aplaudido la decisión porque, a su entender, "la necesidad de una estrategia nacional debe ser compatible con los planes de gestión de las distintas comunidades".

Con el plan del Ministerio de Transición y Ecológica, solo se podría cazar un ejemplar y solo de forma excepcional, lo que para las comunidades, "haría mucho más difícil recurrir a acciones cinegéticas cuando estos animales amenacen los intereses ganaderos".

La incompatibilidad con la ganadería extensiva es lo que más preocupa a las cuatro autonomías, por el "grave riesgo" que generaría una mayor protección del lobo ibérico para su compatibilidad y equilibrio con las explotaciones ganaderas familiares.

Normativa europea

Los consejeros de las cuatro comunidades afirmaron que sus planes de gestión "se ajustan perfectamente a la normativa europea" y han logrado que en Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León las poblaciones de lobo hayan mejorado y ocupen nuevos territorios, además de aportar una información "fiable y continua" sobre su evolución, los daños que causan a la ganadería y la conflictividad social asociada a su gestión.

No queremos que se extinga el lobo ibérico, pero tampoco el ganadero", destacan las comunidades afectadas.