El pacto entre el Gobierno central y ERC para impulsar una armonización fiscal, objetivo ya planteado en el pasado por los socialistas e incluso por un comité de expertos creado por el Ejecutivo del PP de Rajoy, ha avivado la guerra entre Madrid y Cataluña. Y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha roto una lanza a favor de una armonización fiscal a la baja, aunque ha criticado que sea la formación independentista la que marque las políticas estatales.

“Se busca crear tensión artificial entre Cataluña y Madrid y la armonizar impuestos no tiene por qué ser subirlos. Puede ser bajarlos”, expuso Feijóo tras la reunión semanal del Consello. Abogó por “armonizar a la baja” las cargas fiscales cedidas a las autonomías, como Sucesiones o Patrimonio.

La cuestión ha suscitado la reacción del PP, que ha avanzado su resistencia a la subida de impuestos. El popular Pablo Casado ha anunciado su “batalla” contra esa medida y ha salido a defender a la Comunidad de Madrid ante las críticas de dumping fiscal -competencia desleal- por parte del diputado de Esquerra en el Congreso Gabriel Rufián.