Hace apenas un mes, organizaciones ecologistas advertían de “indicios” de la reactivación del proyecto minero de Touro. Adega ponía en el punto de mira a Augas de Galicia por aprobar el trasvase temporal por siete meses de las aguas de tres arroyos contaminados a la balsa de Vieiro lo que en la práctica —cuestionaba— “daba margen” a la empresa para buscar una “solución definitiva” a las aguas contaminadas con la redacción de un proyecto definitivo a su tratamiento.

Ante esta situación, Adega y la Plataforma pola Defensa da Ría de Arousa han decido recurrir en alzada la decisión de Augas. Ambos colectivos califican el proyecto de “verdadero delirio”. “Van a trasvasar agua de tres arroyos contaminados a una balsa minera con una capacidad limitada y que, por encima, presenta numerosas filtraciones al dominio público”, denuncian. A juicio de los grupos ecologistas, esta situación podría incurrir “en varias ilegalidades”, ya que según apuntan supone un “dilución” de la contaminación “disfrazada de trasvase”, cuestión que —detallan— está expresamente prohibida por la Lei de Augas. La propia temporalidad, según añaden, abre más “incertidumbres”: ¿cuál será el destino de las aguas contaminadas una vez finalizado el drenaje temporal?

Los colectivos ecologistas se preguntan si se suprimirán los bombeos regresando a la situación actual o se trasladar el problema a otras balsas. “Lo que no se solucionó en más de 30 años no se va a hacer en seis meses, como apuntan informes internos de la administración, que consideran el proyecto definitivo como una tarea complicada que posiblemente se dilate en el tiempo”, concluyen.