Galicia vivió un otoño cálido y seco, con un 20% menos de precipitaciones respecto a la media histórica y unas temperaturas que rondaron los 20 grados en el acumulado entre septiembre, octubre y el mes de noviembre, que fue el más caliente de los últimos 30 años, según el balance del servicio meteorológico autonómico.

MeteoGalicia destaca lo seco que fue noviembre, con casi un 40% menos de agua que en el acumulado, especialmente en las zonas del interior. Esa falta de lluvias el mes paso fue lo que provocó que el otoño fuese seco, ya que octubre había sido más lluvioso de lo normal.