El dorado brilla. La plata también. La piedra parece puesta ayer por primera vez. Incluso la música sonará a partir de ahora distinta con cada pieza de su órgano renovada hasta el mínimo detalle. Tras casi una década y más de 20 millones de euros en obras, primero en el exterior y luego en el interior, la Catedral de Santiago recupera todo su esplendor a las puertas de un nuevo Año Santo, aunque diferente a los anteriores, de forma obligada por la pandemia del COVID-19. Después de cerrar el pasado 15 de noviembre, para rematar los últimos flecos, su reestreno oficial será el próximo día 30 de diciembre, con la traslación de los restos del Apóstol Santiago y la apertura de la puerta santa al día siguiente.

Después de dos años de reformas y restauración de piezas íntimas, la basílica santiaguesa, pese a sus más de 800 años de historia, está oficialmente rejuvenecida. En el acto de presentación de las obras finalizadas, a falta de pequeños detalles por concluir, todas las autoridades presentes, políticas y religiosas, coincidieron en que a lo largo de los últimos allí se realizaron una de las recuperaciones patrimoniales más importantes del mundo. Un hecho que el Xacobeo más extraño y atípico, por las limitaciones que entraña el virus, a pocos días de comenzar, ni siquiera puede emborronar. “Todos nos sentimos orgullosos, lo mismo que esos peregrinos que esperamos”, manifestó esperanzado el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barro, principal testigo de estos años de remodelaciones.

“Hay un mensaje permanente que sale de este recinto y se activa en especial en encrucijadas dominadas por la incertidumbre. Ese mensaje nos dice que los mismos hombres y mujeres que hicieron que Galicia pasara de ser el fin al principio del mundo pueden sobreponerse y triunfar sobre el infortunio, ya lo estamos haciendo”, afirmó en su intervención el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien asimismo definió el templo compostelano como “joya de la espiritualidad y la cultura”.

Año Santo

De cara al Año Santo, pronosticó un Xacobeo 2021 “distinto”. De hecho, el presidente gallego invitó a España y a Europa a participar “con los requisitos obligados por las circunstancias del momento”. En cualquier caso, y haciendo un símil, se mostró confiado en que Galicia podrá “sobreponerse y triunfar” con el mismo espíritu de quienes construyeron la catedral hace ocho siglos. En referencia a los habitantes de la tierra que gobierna, igualmente metaforizó con que “la tradición no nos pesa, sino que nos eleva”.

Por otro lado, ante el altar mayor, Feijóo destacó que lo que se inauguraba ayer no era una simple reforma, que se puso en marcha en 2009 con la aprobación del Plan Director. En todo caso, se trata de “una doble restauración, no solo de la catedral, sino también de los valores que inspiraron su construcción”.

En la ceremonia también participó el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, que ratificó el compromiso del Ejecutivo central para con Santiago y todo lo que ello supone. Sin ir más lejos, puso de manifiesto la restauración de la catedral como “una prueba manifiesta” y “apoyo absoluto” al Camino, además de como un “ejemplo” de buena colaboración entre distintas instituciones. “El Gobierno de España es el primer peregrino”, insistió.