El mayor bosque atlántico de Europa está a la espera desde hace ya más de dos décadas de un plan rector, un documento clave para los propietarios y para la protección del espacio natural. Las quejas sobre la “dejadez” de la Xunta en la gestión del parque natural de las Fragas do Eume llegaron a la Comisión Europea el pasado mes de octubre de la mano del eurodiputado coruñés Nicolás González Casares. En la respuesta remitida esta semana desde Bruselas, el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, desvela que ha remitido “una carta de emplazamiento” a España para que se complete el proceso de designación de la Zona de Especial Conservación (ZEC) de las Fragas del Eume y que se adopten “unos objetivos de conservación detallados y específicos”, medidas que deberían ser acometidas por parte del Gobierno gallego ya que es la Administración competente.

Desde la Xunta, defienden que “todos los instrumentos de gestión de espacios naturales protegidos ya incluyen medidas específicas de gestión y conservación de especies de flora y fauna silvestre”, en referencia al Plan Director de la Rede Natura 2000, los planes de uso y gestión de las Illas Atlánticas o los planes rectores de uso y gestión de los parques naturales (en elaboración o revisión en la actualidad).

Hace dos meses, en una pregunta escrita dirigida al Ejecutivo comunitario, el eurodiputado socialista González Casares, que es miembro de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, cuestionaba que hace más de 20 años que la Xunta había declarado a las Fragas do Eume parque natural, y que ya entonces se daba un plazo de dos años para realizar un plan gestor que todavía hoy “no ha sido redactado ni aprobado”. El eurodiputado denunciaba además que desde entonces el parque “ha sufrido gravísimos incendios forestales”, como el declarado en 2012 que se cebó con el corazón de esta joya natural, y que recientemente el Ejecutivo autonómico ha declarado el estado de emergencia por la turbidez de las aguas del Eume y ha cortado el suministro de agua a la población. Casares advertía en su escrito que el retraso en la aprobación de los planes específicos de gestión de los parques integrados en la Red Natura ya había dado lugar a la apertura de un procedimiento de infracción, que “hasta ahora, no ha servido para corregir la situación”. Ante la falta de respuesta por parte de la administración competente, el eurodiputado coruñés preguntó a Bruselas si era conocedora de esta situación, si se ha dirigido al Gobierno gallego para preguntar sobre este problema, y cuáles son los pasos que prevé para corregir estos incumplimientos.

Desde la Comisión Europea detallan que en 2015 ya “inició un procedimiento de infracción por incumplimiento de estas obligaciones”, que para Casares son “una muestra más de la dejadez de la Xunta respecto a una de las joyas naturales de Galicia”. “Este procedimiento estaba dirigido a la mayoría de las comunidades autónomas de España, incluida Galicia”, apunta el comisario de Medio Ambiente. En este contexto, continúa Sinkevicius, el Ejecutivo comunitario envió el 2 de julio de este año “una carta de emplazamiento complementaria” en la que “se instaba a España a completar el proceso de designación de la Zona Especial de Conservación (ZEC)” y a “adoptar unos objetivos de conservación detallados y específicos”. “Fragas do Eume —concluye— está incluido en el caso debido a la falta de adopción de objetivos y medidas de conservación”.

Preguntado el Ejecutivo gallego por la carta de emplazamiento de remitida este verano por la Comisión Europea sobre el déficit de conservación de las Fragas, alegan que ya “todos los instrumentos de gestión de espacios naturales protegidos incluyen medidas específicas de gestión y conservación de especies de flora y fauna silvestre”.

En el caso de Galicia, la Xunta destaca que la Dirección Xeral de Patrimonio Natural ejerce las competencias y funciones asignadas a la conservación, protección, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y la biodiversidad de la comunidad, a través de “un variado conjunto de herramientas de gestión que se integran para buscar, entre otros objetivos, la conservación de la biodiversidad a través del mantenimiento de procesos ecológicos imprescindibles, asegurando la conexión de poblaciones de fauna y flora silvestres y preservando la diversidad genética y especialmente aquellas especies amenazadas”.

En el caso concreto del parque natural de las Fragas do Eume, la Xunta tiene “claro” que la forma de conseguir “el mejor plan director de usos y gestión” de los parques naturales es la que nace “del consenso y el trabajo conjunto de todas las partes implicadas en estos territorios”. “Este es un proceso que requiere tiempo y para el cual es fundamental escuchar y valorar todos los aportes que se reciben en las fases de participación ciudadana, tanto antes como después de su redacción”, detallan desde el Gobierno gallego.