Hace once años, cientos de fieles aguardaban el derribo de la Puerta Santa para cruzarla cuanto antes, entre ellos peregrinos desde Corea del Sur o Hungría, y de paso llevarse algún trocito del muro de mampostería construido para la ocasión. Esta vez no hubo muro extra para proteger a la recién renovada catedral y la pandemia también contagió al ritual de la ceremonia, con la mascarilla y las limitaciones de aforo entre las más evidentes para garantizar la distancia de seguridad, si bien la solución de la transmisión online del evento, incluido el concierto que animó la celebración, con Carlos Núñez, buscó compensarlo.

Pero las dificultades no desanimaron a los más persistentes: decenas de impacientes estrenaban ayer el año haciendo las primeras colas para cruzar el deseado umbral, aunque esta vez el agobio en teoría es menor: la Santa Sede ha decretado prorrogar el Año Santo recién estrenado en 2022. Así que, si bien ayer la Oficina del Peregrino cerraba la jornada matinal con cero compostelas, los romeros, y quienes deseen acceder al templo por la también llamada Puerta del Perdón, tienen 365 días más de margen para hacerlo.

El mensaje, trasladado por el nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, al término de la eucaristía con la que se abrió la Puerta Santa, fue recibido con agradecimiento por parte del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y, por el alcalde de Santiago y el presidente de la Xunta, quien actuó como delegado regio, como una buena noticia. El mandatario gallego, Alberto Núñez Feijóo, se mostró “sorprendido” de disponer de un año entero más para la celebración cuando la Xunta contaba con un semestre de gracia. Se superaron las expectativas, reconoció.

Monseñor Julián Barrio abre la Puerta Santa. | // XOÁN ÁLVAREZ

Además, el que el año se multiplique por dos repercute también en las posibilidades de que el papa Francisco visite Santiago. De hecho, Feijóo confesó tener “la intuición” —pero “no datos”— de que el Papa visitará Galicia con ocasión del año doble jubilar. Incluso especuló con que 2022 podría ser una buena fecha, dado que entonces se conmemora también en Manresa los 500 años de la llegada de San Ignacio de Loyola a la ciudad.

Pero, mientras tanto, Feijóo ha concedido que esperan un primer semestre del Xacobeo de 2021 “más intimista”, más de los gallegos, y uno segundo, “nacional”, mientras que para la repercusión internacional cree que habría que esperar un año más. Por ahora, Santiago además se halla bajo cierre perimetral, lo que restringe más las posibles visitas a la basílica.

Para el regidor compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, disponer de un “bienio xacobeo” es una “extraordinaria noticia”, y no solo para Santiago, señala, sino para toda Galicia. A la entusiasta bienvenida de la prórroga se sumó el vicepresidente primero del Gobierno gallego y responsable del Xacobeo, Alfonso Rueda.

Actuación de Carlos Núñez. | // XOÁN ÁLVAREZ

Si a lo largo de la ceremonia —a la que también asistieron la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, o el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada— hubo que tomar medidas por el COVID, la pandemia es también la razón tras la decisión de la prórroga. Según explican desde el Arzobispado, “se adopta debido a las extraordinarias circunstancias provocadas” por el coronavirus. En concreto, el decreto de la Santa Sede habla de evitar las aglomeraciones.

El propio Francisco remitió a la Iglesia compostelana una misiva por el inicio del Año Santo en la que animó a peregrinar para “salir del propio yo” y acercarse a la experiencia religiosa y al prójimo, así como a tomarse este proceso con una “llamada a la misión” para terminar el Camino “con la mochila vacía y el corazón lleno de experiencias”. El arzobispo de Santiago también proclamó que “un año más continuamos con esta venerable tradición”.

Feijóo en el acto. | // XOÁN ÁLVAREZ