El Ministerio de Medio Ambiente ha puesto datos a la España vaciada. Acaba de publicar su informe anual de indicadores en el que analiza, entre otros parámetros, la población rural. Y Galicia destaca entre las autonomías que más empadronados ha perdido en los pequeños concellos. En lo que va de siglo, más de 153.000 personas, el 17,9% del total, lo que la coloca en el tercer puesto solo superada por Baleares y Murcia.

La población que vivía en alguno de los 230 ayuntamientos gallegos del rural a finales de 2018 sumaba 707.000 personas, una cifra que supone más de una cuarta parte (26%) del total de los habitantes de la comunidad. En el arranque del siglo eran 861.000. La disminución ha sido de 153.000 personas. Es como si desapareciese la mitad de la población conjunta de las ciudades de A Coruña y Ferrol. El 17,9% es un porcentaje que casi duplica la media nacional: 10,1%.

Y esta pérdida de población se ha acelerado en los últimos años por la marcha de los más jóvenes y el envejecimiento de sus habitantes. Entre 2008 y 2018, ha desaparecido el 12,7% de los habitantes que vivían en los concellos rurales, cinco puntos más que la media nacional y el porcentaje más elevado de todas las comunidades.

Según Medio Ambiente, un ayuntamiento se considera rural cuando tiene una población inferior a los 30.000 habitantes y una densidad por debajo de los 100 vecinos por kilómetro cuadrado. Y dentro de ellos distingue entre municipios rurales pequeños (hasta 5.000 habitantes) y grandes (de 5.000 a 30.000).

Las comunidades con mayor porcentaje de población rural son Extremadura (50%) y Castilla-La Mancha (45%), seguidas de Castilla y León (36%), Aragón (32%), Navarra (27%) y Galicia (26%). En términos absolutos, las cinco autonomías que aportan más población rural son Andalucía (1,94 millones de personas), Castilla-La Mancha (907.997), Castilla y León (875.702), Galicia (707.673) y Cataluña (542.164). Entre las cinco suman el 65,5% del total de la población rural española.

Tras Baleares (-38,7%), Murcia (-22,9%) y Galicia, que son las comunidades que lideran el descenso de población en el rural en las dos últimas décadas, aparecen Asturias con una caída del 17,9%, Castilla y León con el 16,1%, Castilla-La Mancha con el 11,7% y Extremadura con el 11,5%.

Los descensos en estas siete autonomías arrastran hacia abajo la media nacional, que se sitúa en el -10%. Desde el año 2000 solo se han producido aumentos de habitantes en los ayuntamientos rurales de Canarias (19,1%) y Madrid (1,5%). El Ministerio de Medio Ambiente también categoriza los municipios rurales de pequeño tamaño, que son los que poseen menos de 5.000 habitantes y están integrados en el medio rural. En este caso, en Galicia existen 200 (el 63% del total) en los que viven 642.000 personas, el 23% de la población gallega.

El medio rural ocupa todo el territorio español, si bien su importancia aumenta según se avanza hacia el noroeste. Las cuatro comunidades donde es más relevante son Castilla y León, Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha. En todas ellas el número de municipios de tipo rural supera el 90% del total; la población rural está por encima del 30%, y la superficie es mayor del 90%.

Les siguen La Rioja, Navarra, Asturias, Andalucía y Galicia, en las que la población rural supone entre el 20% y el 30% del total.

Dos tercios de los concellos son rurales

El medio rural no es homogéneo en toda España. La presencia de municipios rurales de entre 5.000 y 30.000 habitantes destaca o sobresale respecto al resto de comunidades en Murcia (el 27% de sus municipios son grandes y el 13% pequeños), Islas Baleares (18%-26%, Galicia (12%-60%), Asturias (19%-60%) y Andalucía (13%-62).

En Extremadura y Castilla-La Mancha, los municipios de mayor tamaño suponen alrededor del 5% del total, frente al 90% que son pequeños. En el resto de comunidades, la práctica totalidad de sus municipios rurales son de pequeño tamaño.

El Ministerio de Medio Ambiente explica que los municipios rurales son aquellos que tienen menos de 30.000 habitantes y poseen una densidad de población inferior a los 100 habitantes por kilómetro cuadrado. Y entre ellos, diferencia entre ayuntamientos rurales pequeños (menos de 5.000 habitantes) y grandes (entre 5.000 y 30.000). Galicia posee 230 concellos rurales, de los que 200 son pequeños. En los 230 viven 707.000 personas, de los que

Los pequeños ayuntamientos gallegos poseen la tasa más baja de jóvenes de toda España

El envejecimiento que caracteriza al medio rural no es homogéneo en toda España. Las comunidades donde este fenómeno es más evidente son Galicia, Asturias, y Castilla y León, sobre todo en sus municipios pequeños, en los que la relación entre jóvenes y mayores es la más baja de toda España: menos de 19 personas menores de 15 años por cada 100 mayores de 65 años en el caso de Galicia. La menor cifra de toda España. Los municipios rurales grandes (de 5.000 a 30.000 habitantes) en estas comunidades también tienen la menor proporción de jóvenes de toda España: 35 en el caso de Asturias y 36 en el de Galicia, que es segunda, por cada 100 mayores.

Los municipios rurales grandes actúan como concentradores de población. La práctica totalidad de la población rural de Murcia y de Baleares está censada en municipios rurales grandes; en Galicia, Asturias y Andalucía, alrededor del 50%; y en Castilla-La Mancha o Extremadura, entre el 40% y el 30%.

Tan solo Cantabria y País Vasco no tienen municipios rurales grandes: el 100% de su población rural vive en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes.