Los animales causan ya el 40% de los accidentes de tráfico en Galicia, con una media de 14 al día | HUGO BARREIRO

No hay día en que las carreteras gallegas no sean escenario del atropello a un animal. Jabalíes, corzos, caballos, perros, gatos... La irrupción de fauna en la calzada ya está en Galicia detrás del 40% de los accidentes registrados en la red viaria. De los más de 12.800 siniestros de tráfico contabilizados en todo 2019, 5.108 conductores —una media de 14 cada día— se vieron sorprendidos en su capó, el parachoques o debajo del vehículo por alguna res que pretendía llegar al otro lado de la vía. Este tipo de accidentes lejos de reducirse en los últimos años pese a la batería de medidas llevadas a cabo por las distintas administraciones en los puntos más conflictivos ha ido in crescendo. En la actualidad suponen un 70% más de los registrados hace un lustro y un 7,6% por encima del ejercicio anterior. En 2014, las carreteras gallegas soportaron un total de 2.949 atropellos a animales, el único año en la última década en que la accidentalidad provocada la colisión con un animal se quedó por debajo de la barrera de los 3.000. Hoy, ya solo los jabalíes causan en Galicia una cifra superior: más de 3.200, según el balance de la DGT correspondiente a 2019, último anuario disponible.

La alta tasa de este tipo de siniestralidad en las carreteras de Galicia ha convertido a la comunidad en el segundo territorio, por detrás de Castilla y León (con un total de 9.976), con el mayor volumen atropellos animales: casi el 20% de todos los registrados en el conjunto del país —más de 28.000—.

La práctica totalidad de los incidentes provocados por el cruce de animales en carretera se saldan con daños materiales. Pero también hay siniestros en los que el impacto provoca además de los desperfectos de chapa y pintura, lesiones a los conductores o pasajeros e incluso fallecidos. En 2019, este tipo de accidentes causó un total de cuatro fallecidos en España: dos en Comunidad Valenciana, uno en Extremadura y otro en Navarra, según las estadísticas del departamento que dirige Pere Navarro, que no incluyen los balances de País Vasco ni Cataluña por tener transferidas las competencias en materia de tráfico. En el caso de Galicia, los más de 5.000 siniestros con animales implicados causaron un total de 51 heridos.

Pero pese a que estos atropellos no son de gravedad, consumen recursos de Tráfico ya que los agentes que los atienden tienen que realizar las diligencias correspondientes y asistir a juicio. Ante el aumento de este tipo de siniestros en los últimos años se han tenido que detraer recursos de vigilancia y control, que deberían estar dedicándose a seguridad vial, para la intervención en estos atropellos.

Para tratar de reducir la elevada accidentalidad de la fauna en el asfalto de la comunidad la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico ha identificado los puntos conflictivos. De las cuatro provincias gallegas, Lugo y Ourense se colocaron en 2019 a la cabeza de la siniestralidad con animales, con 1.848 y 1.429 atropellos, respectivamente. Le siguen en la lista las carreteras de A Coruña, con 1.142, y finalmente Pontevedra, con 689. Mientras en estas dos últimas se logró contener la accidentalidad por irrupción de animales en la calzada respecto a 2018 —un 2,3% menos en el caso de A Coruña y un 4% menos, en Pontevedra—, en Ourense repuntaron más de un 15% y en Lugo, casi un 14%. Destaca el peso en Lugo y Ourense de las colisiones con animales en el conjunto de la accidentalidad viaria, ya que representan un 64,4% y un 54%, respectivamente, de los siniestros de tráfico en sus carreteras. En A Coruña suponen casi el 30% y en Pontevedra, un 20,7%.

En el mapa por provincias de la DGT, Burgos se mantiene a la cabeza del ranking nacional en número de accidentes contra animales, debido principalmente a la fuerte presencia de corzos. Ourense, que en 2019 escaló tres posiciones, es la segunda provincia más peligrosa del país, seguida de las otras tres provincias gallegas (A Coruña, Lugo y Pontevedra). Destaca, por singular, el caso de Murcia, comunidad en la que se contabilizan más accidentes con perros de toda España, representando el 88% del total de accidentes de esta comunidad. Pontevedra iguala a Murcia al frente de los territorios con más siniestros con animales domésticos, siendo en este caso la segunda con más accidentes con perros y la primera con caballos, según detalla el IV Informe del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial sobre colisiones de vehículos contra animales.

En Galicia, la mayor peligrosidad se concentra en los concellos de Vilalba y Lugo, con más de 120 siniestros con animales en 2019 en cada caso, lo que supone una media de un atropello cada tres días. Destaca también Castro de Rei, por encima del centenar.

Los jabalíes, la bestia negra

Los jabalíes son la bestia negra de la red viaria de la comunidad: seis de cada diez siniestros provocados por la irrupción de animales en la calzada en Galicia son provocados por jabalíes. En 2019, causaron en las carreteras gallegas más de 3.200 siniestros, un 15% más que el ejercicio anterior y más del doble que hace un lustro —entonces se registraron 1.370—.

En el segundo puesto del ranking autonómico están los corzos (casi mil atropellos) y en el tercero los perros (más de 400). Los zorros estuvieron detrás de un total de 118 accidentes; los tejones de 88, los caballos, de 51, los gatos de 33, y las vacas, de 23, entre los más destacados.

Los meses con mayor índice de atropellos son de agosto a enero (en la época de caza). Por días, el domingo es el más peligroso, registrando el 16,1% de los accidentes contra animales, seguido del lunes (15%) y del sábado (14,8%). En el lado opuesto está el martes (casi un 13%), el día con menos probabilidad de sufrir un accidente contra un animal.

La mayoría de los accidentes se concentra durante la noche o en horas con escasa luz. En concreto, entre las 19.00 horas y las 07.00 horas se registra el 59% de las colisiones.

Entre las medidas que se han aplicado en los puntos de riesgo figuran la rebaja de los límites de velocidad en esos tramos negros. La construcción de vallados y la limpieza de la maleza de las cunetas para ganar visibilidad.

Qué hacer ante la irrupción de un animal en la calzada

Ante la irrupción de un animal en la carretera, los agentes de la Guardia Civil advierten del riesgo que acarrea dar un volantazo. Se trata de una maniobra peligrosa, que puede originar una salida de vía por el margen derecho o, lo que es peor, invadir el sentido contrario e impactar contra otro vehículo. Si la colisión con un animal es inevitable, se debe mantener la vista hacia donde se quiera llevar el vehículo (nunca mirar al jabalí, corzo, vaca caballo, gallina, perro arrollado...), pisar el freno a fondo y tratar de chocar en ángulo (no frontalmente). Justo antes de que se produzca el impacto, es conveniente levantar el pie del freno para levantar el morro del vehículo y reducir las posibilidades de que el animal acabe chocando contra el parabrisas. Tras sufrir un accidente con un animal, el conductor debe que detenerse en cuanto sea posible en un lugar seguro, fuera de la calzada, señalizar la parada, ponerse el chaleco reflectante, comprobar el estado del vehículo y llamar a emergencias para comunicar el siniestro. No hay que acercarse nunca a los animales heridos. Posteriormente, tocará ponerse en contacto con el seguro para comunicar los daños sufridos por el vehículo.