En plena tercera ola, con tantos hospitalizados en Galicia como en el mes de abril y por sexto día consecutivo con más de mil nuevos contagios, ni las restricciones impuestas por Sanidade ni las llamadas a la responsabilidad de los sanitarios han impedido incumplimientos en los viajes no permitidos por el cierre perimetral de los ayuntamientos o en el horario del toque de queda fijado, así como el pasotismo de algunos con la distancia de seguridad o incluso el uso correcto de la mascarilla. Durante el fin de semana, la Policía Nacional y la Guardia Civil propusieron para sanción a un total de 512 personas por incumplimientos relacionados con la normativa COVID en Galicia después de que el viernes entrasen en vigor el endurecimiento de las medidas decretadas por la Xunta.

En esos tres días, los dos cuerpos policiales realizaron en la comunidad un total de 1.281 dispositivos de vigilancia en la comunidad. El grueso de las denuncias tramitadas corresponden a Guardia Civil, con un total de 336 de las 512 interpuestas. Los otros 176 expedientes sancionadores fueron abiertos por agentes de la Policía Nacional, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Galicia.

En el marco del operativo, fueron identificados un total de 22.439 ciudadanos y se controlaron 16.069 vehículos. Del total de personas identificadas, el 2,2% incurría en alguna sanción relacionada con la normativa sanitaria.

El delegado del Gobierno, Javier Losada, destacó el “alto grado de cumplimiento” que observa en la población gallega, a la que quiso trasladar su “agradecimiento por la comprensión” que manifiesta ante unas medidas que restringen sus actividades para contener la pandemia.

Desde el viernes, el toque de queda se sitúa en las 22.00 horas y la hostelería debe cerrar en toda la comunidad a las 18.00 horas. Además, un total de 63 municipios —entre ellos las siete ciudades— están cerrados perimetralmente.