El año 2020 se caracterizó en Galicia, desde el punto de vista climatológico, por ser ligeramente seco y de los más cálidos de las últimas décadas. Esta es la principal conclusión del balance realizado por Meteogalicia, que, en el avance de su informe anual, resalta las anomalías en las temperaturas, con mínimas extremadamente cálidas y máximas y medias muy cálidas.

Así, tomando como referencia los valores medios de las estaciones más representativas durante el período 1981-2010, entre los meses de enero y diciembre, la temperatura media en el conjunto de la comunidad se situó en 14,58 grados, es decir, casi un grado por encima del valor climático previsto.

La temperatura máxima promedio fue también muy cálida, con una anomalía positiva de 0,9 grados, mientras que el registro más extremo fue el de las mínimas, extremadamente cálidas, al quedar 1,1 grados por encima de lo esperado.

Estos datos permiten situar el año 2020 en un lugar destacado dentro de la serie histórica de referencia, ya que registró la segunda temperatura media más alta de las últimas cinco décadas, sólo por detrás de la de 1997, aunque con un valor muy similar.

Menos precipitaciones

Por lo que respecta a la lluvia, el año pasado fue, en general, seco. La precipitación media acumulada en el conjunto de Galicia para la serie regional se situó en los 1.237 litros por metro cuadrado, un dato que permite caracterizar 2020 como ligeramente seco.

La desviación respeto al valor medio registrado en el período 1981-2010 fue un 5% inferior al normal, encontrándose el precedente más seco en el año 2017. Mensualmente, las anomalías más destacadas en cuanto a las precipitaciones se concentraron en verano y en la recta final de 2020.

Concretamente, agosto fue un mes muy lluvioso debido a los numerosos frentes activos y borrascas procedentes del Atlántico que llegaron a Galicia a partir del día 10. Asimismo, el año terminó con un diciembre también muy húmedo, en el que predominaron las bajas presiones y se sucedieron una serie de borrascas importantes que dejaron a su paso cantidades muy elevadas de precipitaciones.

En el extremo contrario, julio fue un mes extremadamente seco en comparación con el período de referencia, mayo se caracterizó por ser un período muy seco y febrero y noviembre fueron meses secos atendiendo a la anomalía de las precipitaciones registradas.