El impacto que ha tenido la pandemia sobre la economía durante el año pasado empieza a plasmarse en números. El último sector que ha ofrecido las cifras de la debacle que ha supuesto el COVID-19 es el turístico, uno de los principales motores de la economía, y son desoladoras como consecuencia de la práctica paralización del sector desde el principio de la pandemia. La facturación hotelera en Galicia se desplomó un 62% el año pasado con respecto al anterior, mientras que las ventas turísticas también cerraron el ejercicio con una caída del 63%, según datos de la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur. Y aunque para 2021 los empresarios hoteleros de la comunidad esperan una recuperación, prevén caídas medias de la facturación de un 30% con respecto a 2019.

Debido al menor impacto del turismo, Galicia ocupó el año pasado con ese 62% la decimosegunda posición de las comunidades que más notaron la caída de la facturación hotelera. Los mayores desplomes los sufrieron Baleares (89%), Cataluña (80%) y Madrid (77%). Por el contrario, el menor se lo anotó Asturias (44%).

Y para este año ocurre algo similar. Según Exceltur, las perspectivas empresariales para 2021 evidencian “una capacidad de recuperación más notable en los destinos dependientes de la demanda interna”, especialmente en la España verde, en la que incluyen a Galicia, impulsados por “la tendencia observada de viajes en destinos menos concurridos y por la preferencia por experiencias al aire libre y en la naturaleza”. La previsión de facturación de los hoteleros de la comunidad para este año es que caiga un 30% con respecto a 2019. Será el tercer menor descenso, solo superada por Asturias (25%) y Extremadura (26%).

Zonas turísticas

El último informe de la Alianza para la Excelencia Turística también analiza el desplome por zonas turísticas. Los destinos de las costas de Mallorca, Barcelona, Ibiza, Menorca, la Costa Dorada, la Costa del Sol y la Costa Blanca, las ciudades más internacionalizadas y los destinos de sol y playa insulares y de la costa mediterránea son los que más sufrieron, con caídas superiores al 75% por su dependencia de la demanda extranjera.

De las 25 zonas analizadas, dos gallegas se encuentran entre las cuatro que menos acusaron la falta de turistas: Rías Baixas y A Costa da Morte. Pese a todo, la facturación de sus hoteles cayó un 57% y 51%, respectivamente. También en la parte baja de la clasificación aparecen las Rías Altas (-64%).

El estudio también realiza un mayor zoom y analiza los niveles de facturación hotelera en las 15 ciudades con mayor número de pernoctaciones. La clasificación la lideran Barcelona, Madrid y Sevilla con desplomes superiores al 80%. La cuarta plaza es para Santiago de Compostela con una caída del 78%. A Coruña ocupa el decimocuarto lugar con un descenso de facturación hotelera del 69%.

En España, el año 2020 se cerró con un desplome turístico sin precedentes, ya que la actividad turística directa e indirecta (PIB turístico) cayó en 106.000 millones de euros y registró unos valores un 69% más bajos que en 2019. Exceltur asegura que la contribución del turismo a la economía española se redujo al 4,3%, desde el 12,4% anterior.

Las restricciones de movilidad paralizaron la actividad turística casi al completo y la situaron en 2020 en niveles de 1995.

El desplome de la actividad elevó los empleos turísticos afectados hasta los 728.000 al cierre del pasado año: 435.000 en ERTE y 293.000 personas que perdieron su trabajo. Si en la economía en su conjunto el empleo cayó un 2,5%, en el turismo lo hizo un 38%, según Exceltur.

Toda la cadena de valor se ha visto afectada por el bloqueo de los viajes turísticos, agencias de viajes, líneas aéreas, rent a car y hoteles como los más perjudicados.

Sin turistas extranjeros

En 2020, el desplome fue mayor en las llegadas de turistas internacionales —vinieron 65 millones menos que en 2019 por los cierres de fronteras y las limitaciones a los viajes—, pero se dejaron sentir también los movimientos interiores, que descendieron más del 40%.

A partir de mediados de marzo, con alguna tímida recuperación en julio y la primera mitad de agosto, los confinamientos, la inseguridad sanitaria, las limitaciones a los viajes, la imposición de pruebas PCR para los visitantes extranjeros y la debilidad del turismo interior remataron un año “dramático”.

Las empresas turísticas reclaman un plan de rescate con ayudas directas de 5.316 millones durante seis meses

El sector turístico español reclama un amplio plan de rescate, homologable al de otros países de la Unión Europea, con ayudas directas de 5.316 millones de euros durante seis meses a empresas turísticas con el objetivo de mantener la supervivencia del mayor número de estas compañías, las que más han sufrido la pandemia del coronavirus.

La patronal turística, Exceltur, reclama liquidez a fondo perdido, ERTE flexibles a lo largo del año y acelerar el ritmo de vacunación con el objetivo lograr inmunidad de rebaño antes del verano.

Para conseguir todo ello sería necesario un plan de rescate económico con ayudas directas institucionales de 5.316 millones de euros a fondo perdido y durante seis meses a empresas turísticas, ante la casi nula actividad prevista para el primer semestre de este año.

Exceltur puntualiza que de estos 5.316 millones: 2.008 irían destinados al alojamiento turístico, 1.498 para el 30% de la restauración considerada turística, otros 1.020 para el ocio de interés turístico, y 790 millones para agencias de viajes, rent a car y transporte discrecional turístico por carretera.

El objetivo del sector es consolidar ahora una imagen de seguridad sanitaria para los turistas en todas las vertientes posibles y recuperar cuanto antes la actividad turística, para ello también propone priorizar la vacunación de los trabajadores turísticos para dar una imagen de seguridad internacional.

La recuperación de las ventas no llegará hasta 2022

La mayoría de los empresarios turísticos (un 74%) cree que la total recuperación de las ventas de 2019 no se producirá hasta, al menos, la segunda mitad de 2022, siempre que cuenten con ayudas directas, no en forma de préstamos, para superar la “creciente agonía” de liquidez y las posibles pérdidas de solvencia. Las estimaciones para el cierre de 2021 anticipan que el PIB turístico español puede alcanzar los 96.369 millones, es decir, 48.000 por encima de los registrados en 2020, pero un 37,6% aún por debajo de los 154.487 de 2019.

Exceltur asegura que 2021 arranca con múltiples incertidumbres, según el ritmo de vacunación, la velocidad de implantación de normativas internacionales homogéneas de control de movilidad y apertura de fronteras, así como las capacidades de supervivencia empresarial y económica para poder viajar.

El año comienza, por tanto, con el 85,9% de la demanda turística a España bloqueada por las restricciones impuestas por los países emisores y las comunidades autónomas. En el primer trimestre los empresarios prevén caídas del 79% de sus ventas. Exceltur estima un primer trimestre de muy baja actividad, una suave y paulatina recuperación de la demanda española en el segundo trimestre, un verano sustancialmente mejor que el de 2020 por el mayor impulso de los españoles y una notable reactivación de los extranjeros.

Esto supondría elevar el peso del turismo sobre la economía española al 8,2% del PIB, 3,9 puntos por encima de 2020.