Carné por puntos, reforma del Código Penal, endurecimientos de las sanciones, mayor vigilancia en carretera, campañas de educación vial... Han sido factores clave que han contribuido a bajar los accidentes de tráfico en todo el país. Galicia cerró el año pasado con 70 fallecidos en vías interurbanas, la cifra más baja de la historia, un 8% menos que los 88 contabilizados el ejercicio anterior y un 60% por debajo de las estadísticas de hace una década (179). El objetivo es mantener esta tendencia a la baja con el objetivo de llegar a 2050 con cero muertos en el asfalto y, a la par, reducir los heridos por salidas de vía o colisiones. En la comunidad gallega, los accidentes en carretera provocaron en 2020 un total de 327 heridos graves (un 19% menos que un año atrás) y 2.589 leves (un 32,2% menos), según datos facilitados ayer por la Delegación del Gobierno. En total 2.916 lesionados el año pasado frente a los 4.200 del ejercicio anterior.

En el año marcado por las restricciones de movilidad impuestas por el COVID, con una caída del tráfico que en ocasiones alcanzó el 90%, la accidentalidad mortal se redujo en el conjunto de la comunidad un 8%. Dentro de los colectivos vulnerables, destacan los peatones fallecidos por atropello: 6 víctimas mortales en las vías interurbanas, un 70% por debajo de las estadísticas del ejercicio anterior (21). En el análisis de la accidentalidad en vías interurbanas de 2020, el delegado del Gobierno, Javier Losada, destacó ayer las reducciones significativas en el número total de siniestros con víctimas, accidentes mortales y heridos, de carácter leve o grave. El número de accidentes con víctimas en vías interurbanas fue de 2.020, un 26% menos que el año anterior (2.783 accidentes) de los cuales 67 fueron accidentes con fallecidos, un 19% menos que en 2019 (83 accidentes mortales).

La red convencional es la que presenta el peor índice de accidentalidad mortal. En la comunidad este tipo de vías ya concentran el 88,5% de los siniestros con fallecidos, más de 10 puntos por encima de la media nacional —situada en el 75%—. Aproximadamente la mitad de estos accidentes fueron causados por descarrilamientos seguidos de colisiones.

Perfil

En cuanto a la edad de las víctimas, los datos de accidentalidad desglosados ayer por el delegado del Gobierno revelan que en 2020 se produjo una disminución significativa en los mayores de 55 años. En 2019 hubo 36 víctimas que superaban esa edad, de las que 24 tenían más de 65 años. En 2020 el número de víctimas de esta edad descendió a 25, un 30% menos que el año anterior. Por el contrario, la mayor incidencia se presentó en el grupo de 35 a 54 años, donde se concentra el 35,7% de las muertes en carretera. No se registraron víctimas menores de 14 años, como ya había ocurrido en 2019.

Sobre el descenso de los atropellos mortales el año pasado, Losada atribuyó esta tendencia a una mayor concienciación de los peatones que circulan por los arcenes de las carreteras y a las campañas de fomento de su visibilidad con el uso de chalecos reflectantes.

Por otra parte, la DGT puso en marcha esta semana una nueva campaña especial dedicada al control del transporte escolar. Los agentes vigilarán el cumplimiento de las normas de tráfico por parte del conductor así como las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo.