La primera reunión entre Xunta, diputaciones y concellos para abordar las ayudas al sector de la hostelería se cerró sin acuerdo sobre la aportación que debe hacer cada una al fondo común de rescate. Las tres diputaciones gobernadas por PSdeG y BNG —A Coruña, Pontevedra y Lugo— defienden que cada administración destine el 1% de su presupuesto, lo que supondría en total unos 140 millones de euros, de los que 116 millones deberían ser abonados por el Gobierno autonómico. La propuesta que también suscitó el apoyo de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) fue impulsada por el presidente de corporación provincial de A Coruña, Valentín González Formoso.

Al órgano de poder local le pareció una oferta “muy razonable” pero reconoció que habrá ayuntamientos que tengan dificultades para afrontar ese gasto. Sin embargo, el Ejecutivo de Feijóo prefiere el “modelo valenciano” en el que la administración autonómica pone el 50% de las ayudas, las corporaciones provinciales el 30% y los municipios otro 20%. Ante la falta de acuerdo, mañana se retomará el diálogo para tratar de cerrar ya un acuerdo. La Xunta insiste en poner sobre la mesa una cuantía de 50 millones de euros, menos de la mitad del 1% de su presupuesto. Y las diputaciones advierten de que si eso es así, a las entidades locales les correspondería proporcionalmente aportar 20 millones de euros, pero A Coruña, Pontevedra y Lugo insisten en la regla del 1%.

Fue el Clúster del Turismo quien concertó el encuentro entre las distintas administraciones para lanzar un plan de ayudas al sector hostelero, el “gran castigado” por la pandemia. Ayer mismo la Xunta decretó el cierre de todos los establecimientos de hostelería de Galicia.

A la reunión acudieron el vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, junto a la conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, el presidente de le Fegamp, Alberto Varela, además de representantes de las diputaciones, salvo la de Lugo, que pidió participar de forma telemática pero no fue posible.

Horas antes de la reunión, el presidente de la Diputación de A Coruña apelaba a la “coordinación e inmediatez” al resto de instituciones y evitar “protagonismos políticos”. “La única manera de salvar las diferencias presupuestarias y demostrar su voluntad es dedicar un porcentaje mínimo, que establecemos en el 1%”, defendió Formoso, apostando por la “proporcionalidad en el esfuerzo”. En representación de la corporación provincial coruñesa, su vicepresidente, Xosé Regueira, defendió en la reunión la “proporcionalidad” de esta regla e instó a la Xunta a hacer un esfuerzo superior.

Por su parte, Alberto Varela, al frente de la Fegamp, pidió dos días de plazo para analizar el modelo de ayudas a la hostelería. Se pregunta qué pasará con los concellos que no puedan aportar dinero al fondo: “¿Los hosteleros de este municipio no recibirán entonces ayudas?”.

Rueda rechazó discusiones por “porcentajes” que en nada interesan a los profesionales del sector de la hostelería que lo que necesitan es que se alcance un “acuerdo rápido”. “La Xunta tiene plan de rescate pero queremos saber qué otras cantidades pueden aportar administraciones” para que, una vez pactados los criterios, sea el Gobierno autonómico, la administración que actúe de ventanilla “única” para agilizar el reparto de las ayudas.

Desde el Condello de A Coruña, la alcaldesa, Inés Rey, había manifestado su apoyo a la propuesta liderada por Formoso ya que se daría una “respuesta importantísima a un sector que representa el 4,5 % del PIB en Galicia”. Para la regidora, la aportación del 1 % sería “proporcional y asumible” por todas las administraciones, que contribuirían al “objetivo común” de apoyar los sectores más golpeados la crisis derivada del COVID.