“Nos estamos muriendo”. Es el grito desesperado que desde hace un año repiten los hosteleros tras cada anuncio de nuevas restricciones, desde la reducción de su horario de atención al público hasta la bajada de sus verjas a cal y canto. Tras el primer plan de rescate y a las puertas de que se apruebe la orden de ayudas del segundo, el sector más castigado por la crisis del COVID no sabe cuánto más podrá aguantar los números rojos que les deja la pandemia. Facturas de la luz y del agua, nóminas, alquiler, impuestos... Los ingresos ni de lejos cubren los gastos y las ayudas son un alivio pero no garantizan supervivencia de quienes están con el agua al cuello. Y por eso son cada vez más los hosteleros que deciden poner su bar, cafetería, restaurante o pub en venta, alquiler o traspaso. En el último año, dos de cada diez locales de hostelería en Galicia se han visto obligados a bajar la persiana de manera definitiva. En total, en el año del coronavirus se vieron obligados a cerrar sus negocios casi 3.400 hosteleros en la comunidad —una media de casi 10 cada día—, según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

La provincia más golpeada por el embate de esta crisis sin precedentes es A Coruña, con 1.450 hosteleros que han decidido poner sus negocios en el circuito de comercialización (el 43% del total). Le sigue en la lista Pontevedra (875, el 26%). Con un volumen similar de bares, cafeterías y restaurantes en venta, alquiler o para traspaso están Ourense (560) y Lugo (510).

Los hosteleros estás expectantes ante el segundo plan de rescate de las administraciones, que finalmente no llegaron a un acuerdo para crear un fondo común y una ventanilla única para gestionar más de 100 millones de euros: 75 millones de fondos de la Xunta, 5,4 millones de las diputaciones y entre 20 y 25 millones de los concellos.

Ayudas

Finalmente, Gobierno autonómico, corporaciones provinciales y municipales gestionarán por separado las aportaciones de sus presupuestos y, en consecuencia, los afectados tendrán que tramitar sus peticiones en las tres administraciones . En el caso de la Xunta, el rescate incluye a hosteleros y también a autónomos y pequeñas pymes, mientras que los fondos habilitados por diputaciones y ayuntamientos —el 1% de sus presupuestos— van dirigidos en exclusiva a la hostelería, ya que lo consideran en más damnificado por esta crisis sin precedentes.

En la actualidad, están dados de alta 19.052 negocios hosteleros en Galicia, de los que 14.499 son bares y cafeterías, 3.862 restaurantes y 691 son locales de comida preparada. El grueso del sector se concentra en la provincia de A Coruña, con casi 8.000, seguida de Pontevedra (6.344) y finalmente Ourense (2.401) y Lugo (2.309).

Las limitaciones de aforo y, ahora el cierre de la hostería, han dejado la caja de los negocios prácticamente vacía. El take away ayuda pero no permite sostener las cuentas del sector. Los datos del gasto medio por habitante en restauración da una idea deterioro financiero de una buena parte de estas actividades económicas: antes del COVID se situaba en 928 euros al año, per cápita, pero en el último año este gasto cayó casi un 60%.

Desde la patronal inmobiliaria advierten de que el COVID marcará un antes y un después en el sector hostelero. “Esta crisis sanitaria, económica y social quizás haya pinchado la burbuja de los negocios de hostelería en Galicia, reflexiona el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

“Habrá restaurantes, cafeterías y bares que serán difíciles de encontrarles clientes por el sobredimensionamiento del sector en los últimos años, sobre todo aquellos situados en la periferia de las ciudades, o en municipios con poca población, o en carreteras y calles con poco tránsito”, vaticina Iglesias.

Los empresarios inmobiliarios apuntan que el sector hostelero en la comunidad no había parado de crecer en las dos últimas décadas, “ con el dato antagónico de tener una población que disminuye”. Con el paso de los meses —auguran— aumentará el número de negocios hosteleros que tendrán que cerrar “al estrecharse el margen de liquidez y al aumentar correlativamente el porcentaje de endeudamiento”. Todo ello, advierten, agravado por un endurecimiento de las condiciones y plazos de cobro de los diferentes proveedores. “Esto derivará en más cierres, más rotación en las gerencias de los negocios y más inestabilidad laboral “, pronostica Iglesias, por lo que urge al sector a “reinventarse”. El primer atisbo de recuperación no llegará hasta 2022, según la patronal.

La crisis deja más de 70.000 millones en pérdidas al sector hostelero en España

Cada día que pasa es una jornada más de gastos y pérdida de ingresos. Desde que el pasado 27 de enero la Xunta decretó el cierre de la hostelería en toda Galicia, una medida que al menos estará vigente hasta día 17 de este mes, el sector no ingresa ni para las facturas. Cuánto más para atender los pagos a la plantilla o el arrendamiento del local. En el conjunto del país, la pandemia dejó el año pasado pérdidas en el sector hostelero que alcanzan los 70.000 millones. “El sector está en un momento crítico y atravesando su peor momento histórico. Cerramos 2020 con una reducción del 50% de la facturación. Esto es dramático para un colectivo tan fragmentado”, avanzó esta semana el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego. En concreto, el sector advierte de la pérdida de empleos, ya que actualmente hay 360.000 trabajadores se encuentran en situación de ERTE, mientras que calculan que se han perdido 300.000 de manera completa. “Creemos que unos 85.000 establecimientos han cerrado definitivamente y lamentablemente no se ha tocado fondo”, apuntó Gallego. El secretario general de Hostelería lamentó que bares y restaurantes sean los señalados en esta crisis, por lo que pondrán en marcha una nueva campaña, Un año de restricciones pagando los platos rotos”, informa Europa Press.