El Partido Socialista de Ourense invitó al resto de fuerzas políticas de la provincia que se pronuncien “con claridad” al respecto a la moción de censura que busca promover en la Diputación de Ourense para “acabar con 35 años de baltarismo”. Los socialistas afirman sentirse “esperanzados” después de un proceso de conversaciones en el que, aseguran, todos los partidos políticos muestran “su disconformidad” sobre que el presidente de la Diputación continúe siendo Manuel Baltar.

El largo proceso de conversaciones al que hacen referencia se debe a los intentos de la agrupación municipal de obtener el apoyo del resto de formaciones para derrocar a Baltar en un momento en el que apuntan “se encuentra en extrema debilidad”. De los 25 diputados que conforman la institución, 12 pertenecen al PP por lo que cualquier moción de censura por parte del Partido Socialista —con 9 diputados— necesitaría el apoyo tanto del representante del BNG como del de Ciudadanos aunque, para sumar los 13 diputados de la mayoría absoluta, también tendría que integrar en el acuerdo a los dos diputados que entraron de la mano de Democracia Ourensana. Así, el PSOE trata de buscar un acuerdo con cada uno de los representantes provinciales a excepción del PP.

Desde el BNG, el diputado provincial Bernardo Varela criticó el “juego de tronos” que representa, a su juicio, la Diputación para las formaciones y apostó por “un cambio en las políticas” ante la “debilidad” del PP al frente. Por su parte, la diputada Montserrat Lama, única representante de Cs en la Diputación abandona la formación naranja y se une al grupo de no adscritos. Su intención es, con “negociaciones y acuerdos puntuales”, garantizar “la estabilidad” en la institución provincial, que dirige Baltar, hasta fin de mandato.