En lo que va de año no es la primera vez en Galicia que los furtivos abaten un lobo. Esta vez fue en el municipio ourensano de A Gudiña, donde la sección sindical de la UGT de los agentes medioambientales y forestales denunciaron el hallazgo de una loba muerta por un tiro en pleno debate sobre el veto a su caza que impulsa al Gobierno central. Las Consellerías de Medio Rural y de Medio Ambiente ya han iniciado una investigación para dar con los autores. A Gudiña es un concello en el que abundan manadas de este animal y causan grandes daños, principalmente a la ganadería.

El animal presentaba un impacto en el costado derecho con un orificio de entrada pero no de salida por lo que se cree que era de bala y no de perdigón. Y muy cerca de ella, a menos de 40 metros, yacían dos jabalíes, por lo que se baraja la hipótesis de que se colocaron de cebo para poder abatir a la loba.

Además, la asociación animalista Libera denunció ayer el hallazgo de otros dos lobos muertos, supuestamente envenenados, en la zona portuguesa del Parque do Xurés.

Por otra parte, algunas voces del PSdeG marcaron ayer distancia con la decisión de la formación de sumarse al PP en la Cámara gallega en contra de los planes del Ministerio de Transición Ecológica para imponer un veto generalizado a la caza del lobo, posición la que se descolgó el BNG, aunque los tres avalaron la postura de la Xunta de liderar junto a las comunidades del Noroeste ese plan.

El eurodiputado Nicolás González Casares y el alcalde de Cariño, Miguel Alonso Pumar, apoyaron a la ministra Teresa Ribera, con la que hoy se reúne el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.