Multirreincidentes y delincuentes viarios. Con el objetivo de reducir las infracciones al volante y sacar de la carretera a los conductores de riesgo, la DGT puso en marcha en julio de 2006 el carné por puntos, un sistema que detrae créditos según la gravedad de la conducta y que aboca a la pérdida de permiso cuando el saldo se queda a cero y, en consecuencia, obliga a examinarse para poder conducir de nuevo. Y en el ámbito penal, los jueces imponen la retirada de la licencia de conducir para los casos de quebrantamientos de condena por delitos de tráfico. En la antesala de la reforma del catálogo de sanciones, que este año endurecerá el uso del móvil al volante y la no utilización del cinturón de seguridad, entre otras infracciones, en los más de 14 años que lleva implantado el sistema por puntos casi 30.000 conductores gallegos han sido apartados de la carretera por reincidir en conductas antirreglamentarias o por una orden judicial tras ser detectado incumplimiento la condena de tráfico impuesta.

Este balance se traduce en casi 26.000 multirreincidentes que han tenido que pasar de nuevo por la autoescuela para recuperar la licencia ya que cometieron tantas infracciones que no les quedaban créditos del permiso, lo que se traduce en una media de 150 conductores gallegos a los que Tráfico saca de la carretera cada mes por pérdida de vigencia de carné vía administrativa. A esta cifra hay que añadir los permisos retirados por orden judicial, que suman desde verano de 2006 un total de 3.135: una media de casi 20 cada mes. En total, 29.052 conductores de riesgo se quedaron sin permiso en Galicia entre julio de 2006 y diciembre de 2020, una media de 170 al mes, según datos de la Jefatura Provincial de A Coruña, desde donde se coordinan los centros territoriales de la comunidad.

No hace falta hacer grandes viajes o estar al volante todos los días para dejar el saldo de puntos del permiso a cero. A algunos infractores les bastan apenas 15 minutos para perder todos los créditos del permiso o enfrentarse a un juicio por quebrantamiento de condena por un delito de tráfico. Dos sanciones por alcohol o drogas y cuatro por hablar por el móvil o no llevar puesto el cinturón de seguridad son suficientes para tener que volverá la autoescuela y hacer un curso de reeducación vial para poder ponerse de nuevo al volante. De las más de 29.000 pérdidas de vigencia ejecutas en Galicia desde julio de 2006, Pontevedra y A Coruña, por este orden, concentran el 80% del total en la comunidad, con casi 12.500 en el primer caso (43%) y 10.501, en el segundo (36%). Los permisos retirados en Ourense y Lugo se quedan muy por debajo de estas cifras, con 3.434 y 2.638, respectivamente.

2020 fue un año marcado por las restricciones de movilidad impuestas por el COVID. Pese a la caída del tráfico, con días que llegó a producirse un desplome del 90%, el descenso de las infracciones al volante no siguió el mismo ritmo. A finales de julio, el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, advertía de un aumento de los accidentes de tráfico y de las infracciones en carretera, una situación que atribuyó a cuadros de estrés, pérdida de concentración y sueño provocados por la pandemia.

En el año del coronavirus, Tráfico apartó de la carretera a un total de 1.342 conductores, un 34% menos que los 2.035 del ejercicio anterior. La práctica totalidad fue por pérdida de vigencia del permiso por vía administrativa, es decir por cometer tantas infracciones que el saldo de puntos se ha quedado a cero. En total fueron 1.234 usuarios en la comunidad que se quedaron sin carné por haberse saltado en varias ocasiones la normativa en materia de seguridad vial, lo que supone el 91% del total de licencias retiradas en 2020. Los 108 casos restantes son órdenes judiciales por delitos al volante, casi un 50% menos que los 214 del año anterior.

Mientras en el caso de las infracciones vía administrativa que provocan la pérdida del permiso Pontevedra es la provincia gallega con más conductores afectados (cuatro de cada diez en la comunidad), en las órdenes judiciales de retirada del carné A Coruña lidera el mapa autonómico (más de la mitad).

Tráfico endurecerá el catálogo de sanciones este año

Reducir a la mitad el número de muertos y heridos graves en accidentes de tráfico. Es el objetivo que se marca la UE y la Organización Mundial de la Salud para los próximos diez años, por lo que la DGT ha diseñado una batería de reformas pendientes de la pasada legislatura y que saldrán adelante este año. El uso del móvil al volante es una de las lacras de la accidentalidad. Las distracciones están detrás de uno de cada tres siniestros mortales ocurridos en las carreteras gallegas, la práctica totalidad por contestar a una llamada o enviar un menaje mientras se conduce. Con el objetivo de erradicar este comportamiento dentro de un vehículo, se penalizará más, equiparando esta infracción al consumo de alcohol. En la actualidad, la multa es de 200 euros y la retirada de 3 puntos, que con la reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial se perderán seis créditos. Pese a que debería ser un acto instintivo nada más entrar en el vehículo, todavía hay conductores y pasajeros que no hacen uso del cinturón de seguridad, un elemento que en caso de accidente se convierte en un salvavidas. Ante el elevado número de fallecidos que no lo usaban o lo hacían de manera incorrecta, Tráfico elevará de 3 a 4 el número de puntos que se perderán por viajar sin cinturón o sin dispositivos de retención infantil. Además, se detraerán 4 puntos a los motoristas que no utilicen el casco. También se multará por el mal uso de esos dispositivos, es decir, se denunciará a conductores y pasajeros por llevar el cinturón mal colocado, o el casco sin abrochar en el caso de las motos. Entre los cambios que también entrarán en vigor este año figuran las sanciones por llevar antirradares, que será penalizado con una multa de 500 euros y 3 puntos muenos aunque estén desactivados. Será considerada una infracción grave. La experiencia de los últimos años ha demostrado que muchos conductores desconectan los dispositivos en el momento en que son parados en un control.