Ni una hectárea más de eucaliptos en Galicia, al menos de momento. La Xunta anunció ayer una moratoria en la plantación de nuevos eucaliptales en la comunidad autónoma. Fue el gesto del conselleiro de Medio Rural, José González, en el Parlamento para atraer el apoyo de la oposición al nuevo Plan Forestal. Aunque su oferta no cuajó, el Gobierno gallego mostró su intención de aplicar igualmente esta suspensión temporal “de la forma más inmediata posible y con el rango normativo necesario”. No afectará, en todo caso, a las plantaciones existentes. Es decir, un propietario forestal que tenga una finca de eucaliptos podrá seguir plantando esta especie dentro de esos terrenos. “Dicho de otro modo, la superficie de eucaliptales no aumentará a partir de la suspensión”, aclaró ayer el conselleiro en el pleno del Parlamento.

La Xunta no concretó la duración de esta moratoria. Dependerá de los datos que arroje el nuevo inventario forestal que están elaborando las universidades de Vigo y Santiago y que no estará acabado hasta finales de este año o principios de 2022.

La decisión de poner coto al eucalipto en Galicia supone un giro en la postura mantenida hasta ahora por la Xunta. Esta especie foránea tuvo un crecimiento espectacular en los últimos años hasta el punto de que ocupa ya 422.000 hectáreas de superficie, casi el doble de lo previsto en el anterior Plan Forestal de 1992. El Gobierno gallego, sin embargo, siempre tuvo en cuenta la relevancia económica que las cortas de madera de este tipo de árboles, muy codiciadas por la industria maderera y papelera, tenían para 35.000 familias gallegas, a las que reportan unos ingresos anuales de 205 millones de euros.

En 2017 Portugal, asediada por los incendios, decidió congelar la plantación de eucaliptales en su territorio y Galicia se convirtió en refugio para empresas como la lusa Navigator Company (antigua Portucel Soporcel) que empezó a arrendar fincas en la comunidad para el cultivo y explotación de esta especie.

El paso que dio el Gobierno portugués incrementó la presión sobre la Xunta. Aumentaron las reticencias de una parte de la sociedad hacia esta especie a la que consideran invasora. A pesar de ello, el primer borrador del Plan Forestal, presentado a finales de 2017 —cuando Ángeles Vázquez ocupaba el cargo de conselleira de Medio Rural— preveía incluso un incremento de 25.000 hectáreas en la superficie dedicada al eucalipto en Galicia. El Gobierno gallego se limitó a prohibir la plantación de esta especie en zonas naturales o de especial interés paisajístico. Y el PP llegó a rechazar en 2018 la tramitación en el Parlamento de una iniciativa popular, avalada por 40.000 firmas, que pedía una moratoria en la plantación de eucaliptos.

Pero hubo cambios en la Consellería de Medio Rural. José González asumió las riendas y Tomás Fernández-Couto, director xeral de Montes durante décadas, dejó la Xunta. Y hubo correcciones en el borrador del Plan Forestal. De prever un incremento en la superficie del eucalipto se pasó a proponer una reducción del 5%, 20.000 hectáreas menos.

González explicó ayer que el sector forestal actúa como “un plan de pensiones” para muchas familias. En algunas comarcas, el cultivo del eucalipto sostiene buena parte de la economía local y de ahí que en estas zonas exista una fuerte oposición a limitar las plantaciones de esta especie. Sin embargo, aseguró ser consciente de la “reticencia o crítica con mayor o menor fundamento que la sociedad tiene hacia el monocultivo de cualquier especie arbórea, pero sobre todo del eucalipto”. Y por eso se ofreció a aplicar una moratoria a su cultivo a cambio de que la oposición suscriba el Plan Forestal, de manera que salga adelante con el mayor consenso posible. Sin embargo, su propuesta no cuajó en la oposición que mantendrá su rechazo al Plan Forestal que se votará hoy en el pleno. El BNG cree que la oferta es un “brindis al sol” y el PSdeG la tildó de “fuegos de artificio”.

A las puertas del Parlamento, varias entidades como el Sindicato Labrego Galego, Adega, CIG, Fruga, Verdegaia, Greenpeace, la Organización de Comunidades de Montes y Amigos da Terra protestaron contra el Plan Forestal que, según denunciaron, supondrá la “eucaliptización” de Galicia.

La Xunta defiende los apoyos al Plan Forestal que la oposición tilda de “piltrafa”

En septiembre de 2018 el dictamen de la comisión de incendios y política forestal fue aprobado en el Parlamento con el respaldo de PP y PSdeG. El conselleiro de Medio Rural intentó ayer buscar también un amplio respaldo que avalase la planificación forestal de Galicia que regirá en los próximos cuarenta años. Pero no lo consiguió. Los socialistas tacharon el documento de “piltrafa” y el BNG lo enmarcó en la “vorágine propagandística” de la Xunta. El nuevo Plan Forestal, que será aprobado hoy en la Cámara, con los únicos votos del PP, prevé una inversión de 4.900 millones de euros. Entre sus objetivos se fija reducir en 20.000 las hectáreas de eucalipto y alcanzar las 425.000 hectáreas de frondosas caducifolias. También pretende elevar hasta las 850.000 hectáreas la superficie de monte ordenado. El conselleiro de Medio Rural defendió que el plan cuenta con “un alto grado de consenso” dentro del sector. Sin embargo, el diputado del PSdeG Martín Seco denunció que el plan nace sin haberse hecho antes un “diagnóstico” de la situación y critica que no explican cómo van a incentivar el incremento de plantaciones de frondosas o pinos. La nacionalista María González Albert lamenta que se apruebe una planificación sin haber acabado antes el inventario forestal. Y tilda de “falsa” la reducción del 5% de superficie de eucaliptales.

Las cifras del eucalipto

1 Más de 422.000 hectáreas ocupadas Según el último inventario forestal con datos de 2018, en Galicia el eucalipto ocupa 422.000 hectáreas, de las cuales 300.500 son eucaliptales puros.

2 Casi se duplica la previsión inicial La superficie de eucalipto es ya casi el doble de la previsión fijada en el anterior Plan Forestal con horizonte de 2030.

3 Reducir 20.000 hectáreas hasta 2040 El nuevo Plan Forestal prevé reducir un 5% la superficie de eucalipto en Galicia, lo que supone eliminar en veinte años 20.000 hectáreas ocupadas por esta especie.