Si los jóvenes del concello ourensano de Chandreixa de Queixa tuviesen que formar un equipo de fútbol solo podría faltar uno al partido para completar la alineación. Solo están empadronados 12 menores de 14 años. Algo similar ocurre en Montederramo, también en Ourense, donde solo hay 14. Por el contrario, los mayores de 64 no tendrían ningún problema paran formar un once con un banquillo muy extenso. Hay 217 en el primero y 323 en el segundo. O, dicho de otra forma, los jubilados multiplican por 28 la cifra de menores en el primer caso y por 23 en el segundo.

Pero esta situación en la que los mayores de 64 son mayoría no es solo una característica de concellos del interior de Ourense o Lugo. En Galicia solo hay tres municipios en los que los menores de 14 años superan a los que tienen más de 64. Como consecuencia, en 2020, y por primera vez en la historia de la comunidad, los jubilados han duplicado a los jóvenes: 687.824 frente a 339.176. Los primeros ya representan el 25,4% de toda la población gallega, mientras que los segundos solo el 12,5%.

El invierno demográfico por el que ya camina Galicia muestra un panorama desolador. En 2019, últimos datos disponibles, hubo 15.783 nacimientos. Es la cifra más baja desde que comenzaron los registros en el año 1941. Por el contrario, las muertes casi duplicaron (31.268) a los alumbramientos. La diferencia entre partos y fallecimientos determina el saldo vegetativo, una cifra que está en negativo desde 1988, cuando los nacimientos superaron por última vez a los fallecimientos.

La caída de la natalidad impide el relevo generacional en la comunidad gallega, un problema que afecta a la práctica totalidad de los concellos. Da igual la provincia en la que estén. Todos presentan el mismo problema.

Solo en tres los menores de 14 superan a los mayores de 64. Ames, Salceda de Caselas y Oroso son los tres únicos que tienen más jóvenes que jubilados. En el primer caso, el más poblado de los tres y el que registra los datos demográficos más esperanzadores, 5.780 frente a 4.029; en el segundo, 1.869 frente a 1.426 y en el tercero, 1.230 frente a 1.210. Solo una veintena más en este último caso. Estos tres municipios son la excepción dentro de un panorama en el que hay un tercio (105) de los 313 ayuntamientos gallegos en donde lo más común es ser jubilado, ya que los mayores de 64 años multiplican, al menos, por seis, a los menores de 14.

La mayoría de estos concellos están situados en las dos provincias interiores, lo que vuelve a mostrar la brecha demográfica que existe entre las provincias atlánticas y las interiores y rurales. En Ourense, la cifra de concellos en los que los jubilados multiplican, al menos, por seis a los jóvenes alcanza los dos tercios del total (66 de 92), y en Lugo, un tercio (30 de los 67).

Mejor está la situación en las dos provincias atlánticas. En la de A Coruña, en 5 de los 93 ayuntamientos los mayores de 64 multiplican al menos por seis a los menores de 14. Son Boimorto (117 frente a 730); Tordoia (213-1.283); Santiso (92-615); Sobrado (95-664) y Toques (62-396). En la de Pontevedra solo cuatro de sus 61 municipios cumplen esta regla: Agolada (140-936): Dozón (51-414); Crecende (107-814) y Forcarei (238-1.384).

Si se hace zoom sobre los 105 concellos que están en esta tesitura aparecen 29 en los que los jubilados multiplican por 10 o más a los jóvenes: 25 están en Ourense y cuatro en Lugo. No hay ninguno en A Coruña ni en Pontevedra, por lo que de nuevo el problema más acusado del envejecimiento de la población se encuentra en las dos provincias interiores. Los líderes de esta particular clasificación son San Xoán de Río y Lobeira en los que los mayores de 64 multiplican por 26 y 24, respectivamente, a los menores de 14. Les siguen Monterramo (multiplica por 23) y Gomesende (por 19).

Ferrol y Ourense, las únicas ciudades en las que los jubilados duplican a los jóvenes

La provincia de Ourense es la única de las gallegas en la que los mayores de 64 años triplican a los menores de 14: 96.681 frente a 32.185. En la de Lugo, que tiene casi el mismo número de jubilados que la de Ourense (96.129) casi roza por tres a los menores de 14 (32.185). Es otro de los ejemplos de cómo el envejecimiento de la población afecta sobre todo a las dos provincias del interior. En las dos atlánticas, los jubilados son mayoría, pero ni en A Coruña ni en Pontevedra llegan a duplicar a los menores de 14, aunque por poco. En el caso de la primera son 279.232 frente a 143.728, y en la segunda, 215.692 frente a 127.923. Si se hace zoom sobre las estadísticas aparecen conclusiones interesantes. Si de los 313 ayuntamientos que hay en Galicia, en un tercio (105) la población mayor de 64 años multiplica por más de seis a los menores de 14, en el caso de las siete grandes ciudades las cifras son menores. Solo en Ferrol y en Ourense los jubilados duplican a los jóvenes. La mayor diferencia aparece en la primera (40.962 frente a 18.365), mientras que en la segunda el número se duplica por poco (37.983 frente a 18.237). En el otro lado está Santiago. Los mayores de 64 años solo multiplican por 1,4 a los jóvenes. En el caso de A Coruña lo hacen por 1,6; en el de Pontevedra y Vigo por 1,5, y en el de Lugo por 1,8.