El BNG considera que la Ley de recuperación de tierras parte de una “ofensiva” que, a través de esta normativa o el recientemente aprobado Plan Forestal de Galicia, busca “entregar” el rural gallego a multinacionales del sector forestal para la explotación de los montes en detrimento del aprovechamiento de la superficie agropecuaria.

Los diputados Xosé Luís Rivas y María González Albert explicaron ayer la postura del Bloque sobre la nueva normativa de recuperación de tierras, que se encuentra en sus primeros pasos de una tramitación parlamentaria realizada a través del grupo de parlamentaria que sustenta al Gobierno. Los nacionalistas ven en esto una muestra de que la Xunta pretende “hurtar” el debate social en torno a los cambios normativos que, si se realizasen a través de una ley de gobierno, deberían pasar a examen del Consello Económico e Social (CES) y del Consello Consultivo.

La mayor crítica del BNG hacia el texto legislativo reside en que creen que avanzará en la “neoliberalización extrema del país” con el rural “en el centro” de esa estrategia, en la que, para el Bloque, los proyectos tractores con los que la Xunta quiere optar a fondos europeos jugarán un papel fundamental.

Según González Albert, se trata de una “norma muy compleja” que será de “difícil aplicación” y que “está más pensada” para los aprovechamientos forestales que para “la recuperación de tierra” para usos agropecuarios, un aspecto este último que el BNG ve “clave” para fijar población y evitar el abandono del rural, uno de los objetivos fijados como primordiales para la Xunta.

En palabras de Rivas, la normativa es “una ley pantalla que oculta otros intereses”. “No entendemos que, de un día para otro, las opiniones del PP sobre el rural cambien como de la noche al día”, ha incidido el parlamentario, que ha avanzado la presentación de “23 páginas” de enmiendas dirigidas a las “líneas maestras” del proyecto legislativo sobre el que esperan que el PP “no aplique el rodillo” y se abra a las consideraciones, no sólo de los grupos políticos, sino también de los agentes implicados.

Otro de los aspectos sobre los que ha cargado el Bloque es que el texto presentado por la Xunta “no” recoge las recomendaciones surgidas de la comisión sobre los incendios forestales que se articuló en la Cámara autonómica tras los incendios de octubre de 2017.

El BNG demanda que, para dar su apoyo al texto, éste debe partir de “un estudio riguroso” que realice un “diagnóstico” del estado de la superficie agraria gallega para, sobre él, articular las medidas a llevar a cabo, que deben pivotar en torno a las tierras de “alto rendimiento agropecuario”.