Muchos lo habrán recibido en sus móviles. Un SMS con su nombre y un enlace para recoger un paquete. Si pinchas, estás perdido. Los ciberdelincuentes instalan una aplicación en el móvil que toma el control y le permite tener acceso a todo el contenido de su móvil. Siempre hay que sospechar de este tipo de mensajes, de remitentes desconocidos. La mayoría los ignora pero los ciberestafadores saben que siempre hay quien cae. Su principal arma es el volumen de mensajes que envían. Este tipo de estafas son recurrentes, por eso las campañas de prevención de la Policía son constantes. Más difícil es dar caza a estos ciberdelincuentes que operan desde países asiáticos o de Europa del Este. Se trata de organizaciones criminales muy bien preparadas, cuyo objetivo es hacerse con datos para venderlos a terceros. Un negocio muy lucrativo.