Inconscientes, desconsiderados, insolidarios, irresponsables e incluso delincuentes. Son algunos de los calificativos que quienes cumplen con las normas para frenar la propagación del coronavirus propinan a quienes se saltan las restricciones impuestas cuando todavía no se ha superado la tercera ola y la amenaza de una cuarta está a la vuelta de la esquina. Para algunos no bastan las cifras de víctimas mortales, hospitalizados, casos activos ni las informaciones sobre el peligro que suponen las nuevas variantes del virus. Pese a los cierres perimetrales y la prohibición de moverse entre comunidades, algunos hicieron caso omiso y se pusieron al volante para disfrutar alejados de su domicilio el puente de San José.

Ciudadanos que vinieron de otras comunidades a pasar estos días en su segunda residencia en Galicia o en casa de familiares, que reservaron hotel o apartamento en la costa... Los controles en carretera dejaron en solo los tres días de la festividad un total de 721 denuncias, según informó ayer la Delegación del Gobierno.

A esta cifra de sanciones hay que sumar otras 143 propuestas de sanción en locales de hostelería por incumplimientos en la normativa fijada para contener la propagación del COVID.

Entre el viernes y el domingo, los dispositivos de control de las medidas sanitarias anti-COVID en Galicia identificaron a un total de 34.784 personas y controlaron a 20.995 vehículos. Los 3.323 agentes del a Guardia Civil y la Policía Nacional que participaron en los dispositivos de vigilancia realizaron 721 propuestas de sanción, lo que se traduce en una media de diez cada hora y una tasa infractora del 2%.

Con la ampliación del horario y los aforos en la hostelería, junto con las segundas residencias y las zonas de costa, los bares y restaurantes eran otro de los focos a vigilar durante el puente ante la salida en masa de los ciudadanos para disfrutar en una terraza con familia o amigos. En este tipo de negocios, se realizaron durante el puente del día 19 un total de 2.433 controles que dieron pie a 143 sanciones, lo que supone una tasa infractora de casi el 6%.

75 positivos cada día en alcohol y drogas

Durante el puente de San José, algunas carreteras gallegas parecían la M-40 en hora punta. Nada que ver con la estampa de carreteras desérticas que dejó el estado de alarma y las restricciones de movilidad entre ayuntamientos. Lo preocupante de esta salida en masa son los incumplimientos de los cierres perimetrales entre comunidades y que algunos de los que se saltaron las normas anti-COVID lo hicieron con una copa de más al volante o tras haber consumido cocaína, cannabis, hachís o alguna otra sustancia estupefaciente.

Entre el viernes y el domingo, las patrullas de la Guardia Civil interceptaron en Galicia a un total de 223 conductores en estado ebrio o bajo los efectos de las drogas, lo que deja un saldo de expedientes sancionadores abiertos cada día por consumo de 75, un dato que ha hecho saltar las alarmas en el Sector de Tráfico.

Estos controles se enmarcan en el operativo de vigilancia con motivo del puente de San José y el cierre perimetral de Galicia para evitar la propagación del COVID, con especial atención a las zonas turísticas y de ocio. Durante esta festividad, los agentes realizaron en las carreteras gallegas casi 7.000 pruebas de alcohol y drogas, lo que revela una tasa infractora del 3,2%. De los 223 positivos, 159 fueron por alcohol, de los que 18 superaron la tasa de 0,6 mg/l. Estos últimos se enfrentan a penas de prisión por un delito contra la seguridad vial. Otros 64 revelaron el consumo de sustancias estupefacientes.

Por provincias, Pontevedra se coloca a la cabeza (88 positivos), seguida —casi a la par— por A Coruña (83). Lejos de estas cifras están Lugo (40) y Ourense (12).