Dos multas por utilizar el móvil al volante o tres por viajar sin cinturón de seguridad bastarán para dejar el saldo de puntos del carné a cero. Y, en consecuencia, ese conductor será apartado de la carretera, con la obligación de asistir a un curso de reeducación vial y volver a examinarse para poder volver a circular. Son algunos de los cambios que recogerá el nuevo catálogo de sanciones del sistema por puntos que la DGT se propone entre en vigor a finales de este año y que obligará a millones de infractores a cambiar sus hábitos al volante. Seis créditos menos en lugar de los tres actuales por utilizar el teléfono mientras se conduce o cuatro en vez de tres por no llevar el cinturón de seguridad, la silla de retención infantil o el casco.

Con este nuevo baremo, los conductores gallegos restarían casi un 70% más de créditos por estas infracciones cometidas en 2020, según advirtió ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, durante su visita al Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, con sede en A Coruña, para analizar el impacto de la reforma del Ministerio del Interior sobre las conductas de mayor riesgo de accidente o de mortalidad.

De aplicarse ya el año pasado los cambios remitidos por el Gobierno al Congreso la semana pasada, se verían afectadas 13.866 multas por uso del móvil o falta de los dispositivos de seguridad en Galicia, lo que supondría la pérdida de 69.864 puntos, 28.266 más que los que se retiraron en 2020 con el catálogo de sanciones vigente (41.598). Es decir, un 68% más.

Arranque del año

En el primer trimestre de este año, los agentes abrieron 2.280 expedientes sancionadores por estos motivos: 5.963 puntos que con la modificación de la DGT se restarían 11.049 puntos. “La reforma tiene un claro objetivo: dar un nuevo volantazo a la conciencia de los automovilistas para reducir el número de personas fallecidas y heridas graves al 50% para el año 2030 y alcanzar la cifra de cero víctimas en el 2050”, advirtió Losada, acompañado en la visita por la subdelegada del Gobierno en A Coruña, Pilar López-Rioboo; la jefa provincial de Tráfico, Victoria Gómez; el director del Centro de Gestión de Tráfico, Ramiro Martínez; y el capitán jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, Miguel Soldán.

El proyecto de modificación de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, remitido la semana pasada por el Ejecutivo a las Cortes y que afecta al carné por puntos tiene como objetivo, según advirtió el delegado del Gobierno en Galicia, “dar un nuevo volantazo a la conciencia de los automovilistas para reducir el número de personas fallecidas y heridas graves al 50% para el año 2030 y alcanzar la cifra de cero víctimas en el 2050”.

El carné por puntos, en vigor desde verano de 2006, ha sido un revulsivo en las estadísticas de Tráfico, con un descenso continuado de las cifras de siniestralidad y mortalidad. En 2006 Galicia alcanzó las 265 muertes en carretera frente a las 70 del año pasado, un 73% menos. Sin embargo, tras 15 años del sistema que detrae créditos por conductas de riesgo al volante, las autoridades veían necesario actualizar la normativa por la aparición de elementos nuevos, como la llegada de los teléfonos inteligentes o el WhatsApp.

15 años del carné por puntos

Con el objetivo de reducir las infracciones y apartar a los conductores de riesgo de la carretera, Tráfico puso en marcha en 2006 el sistema por puntos. Desde entonces, 25.917 automovilistas gallegos se quedaron sin carné por haber cometido tantas infracciones que agotaron su saldo de créditos. El año pasado fueron un total de 1.234 los usuarios que dejaron a cero su carné y, en consecuencia, tuvieron que asistir a un curso para poder volver a conducir.

La reforma no cambiará el importe de las multas, que se sitúa entre los 100 y los 500 euros en función de la gravedad de la infracción, lo que modifica es la pérdida de puntos. “Con esta modificación se pretende remover de nuevo la conciencia del automovilista, dar un volantazo a la conciencia de los conductores para que eviten riesgos o para que podamos retirarlos de la carretera. Es una cruzada que libramos para salvar vidas”, concluyó Losada.

20.000 sanciones más de velocidad en el año COVID

La velocidad vuelve a ser la principal causa de los accidentes mortales en las carreteras gallegas. Tras varios años con las distracciones —con el uso del teléfono móvil a la cabeza—, como el factor determinante, sobrepasar el límite fijado causó en 2020 el 28% de los siniestros con víctimas registrados en la red viaria de la comunidad frente al 17,5% del ejercicio anterior. Hasta diez puntos más a pesar del confinamiento decretado por el estallido del coronavirus, según detalló ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada. Los despistes están detrás del 21% de los accidentes con fallecidos.

Pese a las restricciones de movilidad impuestas por el COVID, que durante el estado de alarma hubo días en los que el tráfico se desplomó casi un 90%, las sanciones por velocidad en Galicia aumentaron un 13%. En total fueron 172.108 las infracciones detectadas el año pasado por pisar más de la cuenta el acelerador frente a las 152.148 de 2019. Es decir, pese al confinamiento hubo 20.000 multas más por exceso de velocidad en la red viaria gallega.

“El conductor ante la escasa o nula circulación escogió la velocidad que quiso. Y el año pasado fue el factor predominante en los accidentes mortales”, cuestionó Losada durante su visita al Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste. Por viajar sin cinturón de seguridad, silla de retención infantil o casco, fueron denunciados el año pasado 6.666 conductores y pasajeros —una media de 18 cada día—, lo que se tradujo en la detracción de 19.998 puntos.

Por responder a una llamada del móvil o enviar un mensaje al volante, se impusieron 7.200 sanciones, infracciones que acarrearon la pérdida de 21.600 créditos. Su uso, recordó Losada, multiplica por tres el riesgo de accidentes. Las distracciones son, con el uso del teléfono como principal desencadenante, la segunda causa de los siniestros mortales en las carreteras gallegas. En 2019, los despistes estuvieron detrás del 25% de los accidentes de tráfico con fallecidos.