Tenían prisa por llegar al destino. Haberse saltado el cierre perimetral para viajar en Semana Santa a Galicia les llevó a pisar más de la cuenta el acelerador y, en consecuencia, ser interceptados por exceso de velocidad y, al mismo tiempo, ser descubiertos por no respetar las restricciones de movilidad impuestas por la crisis sanitaria. Una pareja fue sorprendida a 170 km/hora el pasado miércoles en el kilómetro 52 de la AP-9, a su paso por el municipio coruñés de Oroso. Tras detectar el turismo que viajaba a esa velocidad, los agentes le dieron el alto y procedieron a identificar a la conductora.

Fue entonces cuando comprobaron que era una ciudadana residente de otra comunidad, acompañada de su pareja, y que había entrado en Galicia sin respetar el cierre perimetral. Con tres multas en la guantera tuvieron que regresar a su domicilio, una por velocidad a la conductora y otra a cada uno por incumplir las restricciones de movilidad impuestas por el COVID.

La lista de los ciudadanos que, a la vista de su comportamiento, parece que la pandemia no va con ellos es larga. Casi 1.700 conductores, pasajeros y viandantes fueron denunciados en la comunidad gallega durante Semana Santa por hacer caso omiso a los cierres perimetrales, saltarse los toques de queda, reunirse con no convivientes en espacios no permitidos, no respetar los aforos e incluso no utilizar la mascarilla o no guardar la distancia de seguridad, según los balances de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Autonómica.

Visitadores médicos, corredores de seguros, comerciales de bodegas... Son los casos que más llamaron la atención entre los infractores interceptados la semana pasada en Galicia, sobre todo porque la mayoría presentaron el certificado de trabajo que, decían a los agentes, “justificaba” su viaje a Galicia. Y para ese desplazamiento por motivos laborales, venían acompañados por su mujer, sus hijos y, unos cuantos, también por sus suegros.

Las carreteras de acceso a la comunidad, las zonas costeras y los ayuntamientos de segundas residencias y vacacionales fueron los principales focos en los que se centraron los operativos policiales. Guardia Civil y Policía Nacional practicaron un total de 4.577 dispositivos con 6.425 agentes. Identificaron a 48.594 personas y controlaron 36.249 vehículos. Las propuestas de sanción ascendieron a 1.644, lo que deja una tasa infractora del 3,3% según datos facilitados ayer por la Delegación del Gobierno.

Por su parte, la Policía Autonómica practicó en los festivos de Semana Santa 144 dispositivos en 42 concellos gallegos en los que tramitaron 53 denuncias: 26 fueron por circular sin mascarilla, 11 por fumar sin respetar la distancia de seguridad, siete por saltarse el toque de queda, seis por estar con personas non convivientes en espacios donde no estaba autorizado y otras tres por no respetar aforos, no tener los preceptivos carteles informativos y por saltarse el cierre perimetral.

En relación al sector hostelero, Guardia Civil y Policía Nacional practicaron 3.507 controles que derivaron en 157 propuestas de sanción, lo que supone un 4% del total. Portavoces de alguna de las organizaciones sectoriales de la hostelería en Galicia han manifestado en las últimas horas su confianza en que el comité clínico de la Xunta, que se reúne este martes, anuncie mayor libertad para la actividad hostelera aunque el Gobierno gallego ya ha avanzado que Galicia demorará al menos una semana cualquier posible paso adelante en la desescalada, con el fin de aguardar a la evolución de los datos epidemiológicos tras la Semana Santa y al avance del proceso de vacunación en la comunidad gallega.