Ana Pontón. | // E. P.

Gonzalo Caballero. | // E. P.

Cuarenta años después de la promulgación del Estatuto de Autonomía, la oposición cree que ha llegado el momento de una revisión. Sin embargo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, puso ayer el freno a cualquier intento de reforma de la carta autonómica. “Debemos ser extremadamente cuidadosos a la hora de derogar, aunque sea parcialmente, lo que funciona y lo que genera un acuerdo generalizado”, advirtió. Y a modo de espejo señaló a Cataluña: “ese proceso que sume en la incertidumbre a una de las comunidades que antaño era vanguardia de España se inicia precisamente con una reforma estatutaria precipitada y frustrada”.

Además, para Feijóo el Estatuto gallego es “la historia de un éxito”. Ésta fue su reflexión durante la clausura de la jornada “Cuatro décadas de autonomía de Galicia. Retos y oportunidades”, organizada por el Parlamento con motivo del 40 aniversario de la promulgación del Estatuto, al que acudió como invitado el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y en la que participaron catedráticos y directores de periódicos para dar su visión sobre la vigencia de la carta autonómica y la contribución de la prensa a la consolidación de la autonomía.

En estas jornadas se reivindicaron los avances logrados con el actual Estatuto de Autonomía, un texto que germinó en su momento con el consenso de toda la clase política gallega y que ahora, en el actual clima de confrontación, parece difícil de repetir.

La primera reforma del Estatuto se intentó en 2007 durante el gobierno bipartito, pero fracasó debido a la falta de acuerdo político. Feijóo, a su llegada a la Xunta en 2009, prometió retomar la revisión de la carta autonómica, pero el proyecto terminó en un cajón. Y ahora son BNG y PSdeG los que vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de modificar la norma estatutaria, eso sí, aclaran que habrá que esperar a que acabe la pandemia.

En todo caso, sus posturas de partida son ya diferentes. La portavoz del Bloque, Ana Pontón, aboga por partir de cero con un nuevo Estatuto. En su opinión, el actual marco autonómico “no fue una herramienta eficaz” y aboga por “superar” el texto de 1981 y avanzar en el autogobierno. Sin embargo, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, es más partidario de retoques. “El Estatuto no se debe meter en el desván sino que debe servir de cimientos para construir la Galicia del futuro”, explicó ayer.

Pero Feijóo no está dispuesto ahora a abrir el melón de la reforma estatutaria. Por el contrario, ensalzó las bondades del actual Estatuto de Autonomía. “Busquemos en la historia de Galicia cuarenta años como éste. ¿En qué otras décadas pudimos vivir mejor, con más convivencia y con más desarrollo?”, destacó.

En su opinión, “ningún Estatuto o Constitución son una solución mágica y perenne, sino caminos por los que transitar de forma segura”. “Y Galicia camina segura por ellos”, defendió.

Al presidente de la Xunta le preocupa que el debate estatutario derive en una “ruptura social”. “Sería el peor pecado que puede cometer un gobernante”, señaló. Aunque no aludió nunca directamente a Cataluña, dejó claro que el camino de Galicia tiene que ser diferente: “no desertamos del autonomismo constitucional para buscar vías ilusorias que tienen como combustible el antagonismo de todos contra todos”.

La “estabilidad” de la que gozan los gallegos se contrapone, a su juicio, a “a otro modelo sumido en una crisis crónica en la que resulta difícil recomponer los mínimos consensos”.

Para el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, natural de Xunqueira de Espadañedo, Galicia también es “una comunidad ejemplar”. Reconoció que el Estatuto de Autonomía propició “un mayor progreso en Galicia”, la “consolidación” de los principios democráticos y “avances sociales”. La comunidad se transformó, pero siempre dentro del “principio de lealtad a la ordenación territorial del Estado”. En este sentido, elogió a los gallegos como un “pueblo trabajador, discreto y prudente”.

Además González Rivas puso como ejemplo a seguir el “diálogo” con el que se gestó el Estatuto gallego: “si queremos llegar a una política consensuada, a una solución pacífica evidentemente hay que ceder”.

Su presencia en las jornadas organizadas por el Parlamento fue criticada por la nacionalista Ana Pontón, quien consideró una “incoherencia y un dislate” la elección de González Rivas si lo que se pretende es conmemorar el Estatuto autonómico.

En el Constitucional se dirimirá precisamente el conflicto abierto con la Xunta después de que el Gobierno decidiera recurrir la Lei de Saúde. El presidente el Parlamento gallego, Miguel Santalices, reivindicó, sin embargo, la “lealtad institucional y constitucional” de la Cámara autonómica y señaló que su toma de decisiones siempre están “avaladas por los servicios jurídicos”.

Santalices se sumó a la defensa del Estatuto de Autonomía que permitió “lentamente y sin ruido situar a Galicia como uno de los territorios con más autogobierno de Europa”.

La “visión académica” de la jornada la expusieron la profesora de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidade da Coruña Sonia García, el catedrático de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la USC Roberto Blanco Valdés y la decana de la facultad compostelana, Ana Gude, en una mesa redonda moderada por la delegada de Europa Press, Rita Penedo.

BNG y PSdeG apelan a abrir el debate una vez superada la pandemia

BNG y PSdeG consideran que, una vez superada la crisis sanitaria de la pandemia, Galicia debe abrir el debate para la reforma y “modernización” de su Estatuto que, para el PP, goza de vigencia para afrontar los retos de la comunidad. Para la líder del Bloque, Ana Pontón, Galicia debe “avanzar” para tener “un autogobierno que merezca ese nombre” a través de un proceso que permita “superar el marco” del Estatuto de 1981, una carta que “no se demostró como una herramienta eficaz” para afrontar “los problemas del país”. “Galicia necesita poder político real”, añadió. Los socialistas, como apuntó su secretario xeral, Gonzalo Caballero, comparten la idea de repensar el marco estatutario pero para “modernizar” y “poner al día” el texto actual, que no debe “meterse en el desván” sino que debe servir de “cimientos para construir la Galicia del futuro” en torno a las “ideas” del “autonomismo”, el “federalismo” y la “cogobernanza” en aras de buscar el encaje en “una España plural y diversa que respeta el marco constitucional”. Caballero reivindicó que su partido “no oculta” lo que piensa como, en una crítica velada al BNG, cree que hacen quienes las organizaciones que “plantean la idea de confederación” pues, a su entender, esto esconde posturas como el “secesionismo” o la “autoderminación”. Frente a este debate, el portavoz parlamentario del PP, gallego Pedro Puy, reviendió que están centrados en la crisis sanitaria mientras Bloque y PSdeG ven necesario avanzar en el autogobierno.