El riesgo de morir atropellado se reduce al menos cinco veces si el vehículo que impacta circula a 30 kilómetros por hora en lugar de a 50 km/h. Empieza la cuenta atrás para que el límite de velocidad en ciudad quede limitado a 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido con el objetivo de garantizar la seguridad de peatones, ciclistas y motoristas, los colectivos más vulnerables cuando se produce un accidente de tráfico.

En menos de un mes, a partir del próximo 11 de mayo, entrarán en vigor los nuevos cuadros de velocidad para vías urbanas y travesías: 20 km/h será el máximo permitido en aquellas vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera, 30 km/h en calles de un único carril por sentido de circulación el límite de 50 km/h se mantendrá para los tramos de dos o más carriles por sentido. Esta rebaja responde a las nuevas modalidades de movilidad que se están expandiendo en las ciudades, donde los patinetes eléctricos, las bicicletas y demás alternativas de transporte están cogiendo un mayor protagonismo. Las multas por sobrepasar los límites van de los 100 hasta los 600 euros.

En Galicia, los colectivos vulnerables —que ya suman el 40% de los fallecidos en la red viaria de la comunidad— aplauden la nueva medida que recoge la modificación del artículo 50 del Reglamento General de Circulación. Algunas ciudades ya se han adelantado a la reforma de los límites en vías urbanas; es el caso de Pontevedra, que ya en 2010 puso en marcha la zona 30 en todas las carreteras del ámbito urbano.

Con el objetivo de reducir la siniestralidad en las vías urbanas, los 8.130 ayuntamientos españoles iniciarán el 11 de mayo una revolución que cambiará a medio plazo la fisonomía de sus ciudades con la entrada en vigor del límite general de 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido. DGT y Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) presentaron ayer una guía para que las entidades locales tengan clara la normativa con la exposición gráfica de una treintena de casuísticas que se pueden encontrar en sus poblaciones.

La gran medida para calmar el tráfico en la ciudad pueden ser los 30 km/h”, vaticinó el director general de Tráfico, Pere Navarro, para quien la iniciativa “no es aislada”, sino que forma parte de un cambio de modelo en el que las ciudades serán “más humanas y sostenibles” y en las que se garantizará que las urbes no son lugares para que circulen los coches sino para solo entren y salgan.

Además de asumir ese cambio los ciudadanos, incluidos los conductores, el director de la DGT apuesta por “explicar, informar, concienciar y convencer”, porque el objetivo no es sancionar o no al conductor que rebase estos límites sino hacer entender el beneficio para todos los ciudadanos de la nueva medida.

Bilbao es ya un ejemplo de calles a 30 km/h tras convertirse en la primera ciudad del mundo de más de 300.000 habitantes en disminuir la velocidad. Su teniente de alcalde, Alfonso Gil, también presidente de la Comisión de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la FEMP, se mostró convencido del cambio de la movilidad en los municipios y de que el 30 km/h es una “apuesta segura que ha venido para quedarse”. Gil apuntó que en 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades y que estas tendrán cada vez más población mayor que no cogerá el coche.