Galicia es la décima comunidad con mayor presión fiscal y la novena en cuanto al peso de la economía sumergida en relación a su Producto Interior Bruto (PIB), según el informe La competitividad fiscal de las comunidades autónomas. Condición necesaria para el desarrollo económico, que presentó ayer el Instituto de Estudios Económicos (IEE)

Según este estudio, que señala que Cataluña es la comunidad con mayor presión fiscal y Madrid la que menos, esta variable alcanza en Galicia los 111,4 puntos sobre un índice de 100 de la Unión Europea, cuando la media nacional es de 110, mientras que el porcentaje de la economía sumergida sobre el PIB es del 23,9%, ocho décimas por encima de la media nacional.

El IEE destaca que la Comunidad de Madrid es la que presenta un sistema fiscal más competitivo, seguido por las provincias del País Vasco. Estos territorios son los únicos que presentan unos valores “más favorables” que la media de la UE. En el polo opuesto se encuentran Cataluña, Asturias y Aragón, que muestran valores “sensiblemente más desfavorables” que el promedio de la UE. Galicia está en la mitad de la tabla.

Según el estudio, la competitividad fiscal tiene relación directa con el empleo, de tal manera que las comunidades más competitivas fiscalmente tienen menos paro y también menos economía sumergida.

Sobre este último punto, el IEE calcula, según determinados estudios, que la economía sumergida en España supone el 23,1% del PIB, mucho más elevado que el promedio de la UE, situado en alrededor del 13%.

Así, Madrid (16,2%), País Vasco (17%) y Navarra (18%) son las comunidades con la menor tasa de economía sumergida, mientras que, por el contrario, Extremadura (29,1%), Andalucía (27,3%) y Castilla-La Mancha (27,2%) son las que tienen los mayores porcentajes, según el estudio del IEE.

El informe destaca la importancia de la corresponsabilidad fiscal, y en su defecto, que cualquier armonización de tributación entre comunidades autónomas debería hacerse a la baja, y no al alza.

Considera positivo dejar que los territorios puedan reducir los impuestos que cobran a sus contribuyentes, puesto que existe una correlación clara entre un sistema fiscal eficiente y competitivo, que evite distorsiones y con tipos reducidos, y un mayor crecimiento económico, lo que produce la paradoja de que territorios con impuestos más bajos consigan una mayor recaudación que aquellos otros que mantienen una tributación elevada.

Según el estudio, partiendo de unas competencias similares para las distintas comunidades es necesario respetar que los ciudadanos de cada territorio decidan qué bienes y servicios públicos desean, así como qué prestaciones y ayudas están dispuestos a sostener mediante sus impuestos. El informe asegura que favorece la eficiencia del gasto público que las comunidades mejor gestionadas puedan repercutir el menor coste en la prestación de servicios, exigiendo unos impuestos más reducidos, puesto que tienen menores necesidades de financiación.

En cuanto a la armonización fiscal en todas las comunidades, tal y como está planteada, “como un subterfugio para subidas obligadas de impuestos”, no haría sino incrementar las “deficiencias” del sistema tributario, según las conclusiones del estudio.

La subida fiscal del Gobierno hundiría el PIB

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) advierte de que la reforma fiscal que plantea el Gobierno para elevar la recaudación seis puntos del PIB y cerrar la brecha fiscal con la media de la UE podría tener un efecto contractivo a medio y largo plazo de hasta diez puntos de PIB y una pérdida de dos millones de empleos. “Si en el momento actual, para igualarnos en recaudación con la media europea, sin haber igualado antes el nivel de renta y economía sumergida, intentamos incorporar generalizadas subidas impositivas de un orden de hasta seis puntos de PIB, podríamos tener, a medio y largo plazo, un efecto contractivo de hasta 10 puntos en el PIB y una pérdida de dos millones de empleos”, alerta el Instituto en el informe La competitividad fiscal de las comunidades autónomas. En las conclusiones del estudio se remarca que “no es el momento” de subir impuestos, ya que en el contexto actual llevar a cabo un incremento de la tributación supondría lastrar este proceso de adaptación y truncar la recuperación económica y el crecimiento potencial de España.

Más inversión por habitante, según Feijóo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó ayer que, a pesar de la pandemia, Galicia sigue siendo la comunidad con más inversión por habitante y la tercera autonomía de régimen común con menos deuda por habitante. Feijóo recordó que en 2020 Galicia lideró el esfuerzo inversor en toda España, al ser la comunidad con mayor peso de la inversión sobre el total de gasto no financiero, con el 13,5%, prácticamente el doble que el promedio nacional, que se situó en el 7,2%. Y recalcó que el año pasado, Galicia pagó en un promedio de 18,7 días a sus más de 14.800 proveedores, frente a 34,5 días del promedio de las comunidades. “Por tanto, las facturas en Galicia se pagan en la mitad de tiempo que en el resto de España”, concluyó, tras añadir que se abonaron 3.380 millones en un total de 606.827 facturas. En cuanto al control de déficit y deuda, el responsable del Ejecutivo gallego destacó que Galicia cerró 2020 con un déficit del 0,1% del PIB por lo que se cumplieron las reglas de déficit establecidas por el Gobierno central. Además, fue la tercera comunidad de régimen común con menor endeudamiento, con un 19,9% de ratio deuda/PIB, por un 27,1% de promedio de las comunidades. El presidente de la Xunta subrayó también que Galicia es la comunidad con menor aumento de volumen de deuda desde el año 2008.