Más de un millar de personas tomaron ayer las calles de Santiago en una multitudinaria protesta para clamar que Galicia “es una nación” que tiene “derecho a decidir por sí misma”, también ante los retos sanitarios y económicos que deja tras de sí la crisis sanitaria del coronavirus.

La marcha, convocada por la plataforma Vía Galega, partió a las 11.30 horas de la Alameda para finalizar pasado el mediodía en la plaza da Quintana. La portavoz de Vía Galega, María Xosé Bravo, explicó a los medios antes de iniciar la protesta que su cometido es “defender los intereses de Galicia” para que tenga “voz y voto” en aquellas cuestiones “básicas” que le afectan. Por ello, recalcó que ante la triple crisis “económica, social y sanitaria” actual, “son necesarias respuestas gallegas”. Para el colectivo convocante de la marcha, ve el Estatuto de Autonomía como “un corsé“ que ni con reformas dará “respuestas que este país necesita”.

A lo largo de la marcha, “España es nuestra ruina”, “Gobierno aquí y no en Madrid” y “trabajo digno en nuestra tierra” fueron algunas de las consignas escuchadas, junto a la ya habitual: “Que queiran, que non, Galiza é una nación”. En su intervención, Bravo cargó contra los “mecanismos de desprestigio” que conciben a Galicia como “un país pobre y subsidiario” del Estado español, cuando realmente es “un pueblo rico lleno de gente trabajadora que quiere vivir de su trabajo”.

En la manifestación participaron figuras y personalidades del nacionalismo gallego tanto político como civil. Entre ellas, el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego; además de otros diputados y cargos orgánicos de la formación; el secretario nacional de la CIG, Paulo Carril; las actrices Neves Rodríguez e Isabel Risco; y el escritor Suso de Toro.