El confinamiento y el teletrabajo han sacado a la luz la necesidad de mejoras en miles de hogares que antes de la pandemia pasaban desapercibidas porque la vida apenas se hacía entre las cuatro paredes de casa. Pero con el estado de alarma, empresas constructoras y pequeños contratistas han recibido un aluvión de peticiones para reformas y rehabilitaciones, que en Galicia han experimentado un aumento del 30% durante el último semestre del año pasado en el caso de obras de mejora puntuales y en torno a un 15% en los cambios integrales, ya que en estos últimos el trámite de licencia tarda meses.

En los últimos años ya se había detectado un aumento de las gestiones hacer mejoras de eficiencia energética en las viviendas, una inversión que a partir de ahora traerá consigo deducciones específicas en la campaña de la renta. En el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trabajan ya en una “significativa deducción” en el IRPF de las cantidades que inviertan los particulares en obras para mejorar la sostenibilidad de su vivienda. Estas rebajas en la campaña de la renta serán de un mínimo del 20% hasta un máximo del 60%.

En concreto, las deducciones de un 20% se aplicarán si se reduce, al menos, un 7% la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda habitual o de su titularidad, en arrendamiento como vivienda habitual. Según el Gobierno, con cambiar las ventanas por unas de altas prestaciones valdría para acceder a este incentivo.

Si la reducción del consumo de energía no renovable alcanza el 30%, la deducción en el IRPF será de un 40%. Y si las obras contribuyen a la mejora de la eficiencia energética de edificios completos en un 30% o permiten cambiar la calificación energética del inmueble para obtener una clase energética “A” o “B”, alcanzará el 60%.

Estas deducciones se enmarcan en el Plan de Recuperación y Resiliencia que enviará el Gobierno a Bruselas antes de que finalice el mes y que recoge una partida de 6.820 millones de euros para la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, la segunda partida más cuantiosa después de los 13.200 millones que se destinarán a abordar una estrategia de movilidad sostenible. La parte específica de las deducciones a la rehabilitación tendrán un importe cercano a los 450 millones de euros.

En la actualidad, la mayoría de comunidades bonifica, entre otras cuestiones, la instalación de dispositivos de ahorro de agua en el hogar, la rehabilitación de casas en zonas rurales o las mejoras de los inmuebles que tienen por objetivo adecuarlos a personas con discapacidad. En la campaña de la renta 2020 las únicas autonomías que no tienen deducciones son Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid.

Deducciones de Galicia

Entre las deducciones específicas en Galicia, destacan la inversión en instalaciones de climatización y/o agua caliente en la vivienda habitual, que empleen energías renovables destinadas exclusivamente al autoconsumo.

Se puede deducir un 5% de las cantidades satisfechas en el ejercicio, con un límite máximo de 280 euros por contribuyente. Y entre los requisitos a cumplir se encuentran que la instalación debe estar debidamente registrada por el instalador, que debe estar habilitado para el efecto, en la Oficina Virtual de Industria y que se debe aportar la documentación del presupuesto y la factura de la instalación. En el caso de que la inversión sea de una comunidad de propietarios, también es necesario aportar un certificado de las aportaciones económicas correspondientes a cada vecino.

Precisamente ayer, la Xunta convocó ayudas por un importe total de 1 millón de euros a la rehabilitación y mejora de viviendas de promoción pública. De estas subvenciones, que ya favorecieron la cerca de 2.800 viviendas de promoción pública desde 2016, podrán beneficiarse las comunidades de propietarios de los edificios de viviendas protegidas promovidos por el IGVS y de los transferidos a la Xunta siempre que no recibieran otra ayuda del IGVS para realizar obras por el mismo concepto en los diez años inmediatamente anteriores al de la convocatoria.

Entre los requisitos que se exigen para poder optar a estas ayudas, el edificio debe reunir las necesarias condiciones de seguridad estructural. De no ser el caso, la comunidad solicitante deberá acreditar la realización simultánea de las obras que garanticen que el edificio tendrá las condiciones necesarias de seguridad estructural. Esos inmuebles no pueden estar inmersos en otras líneas de subvenciones de Galicia.

La cuantía de la ayuda será de hasta el 60% del presupuesto subvencionable y hasta un máximo de 5.000 euros por vivienda.

Una ventanilla única para agilizar los plazos de las licencias, que tardan hasta un año

No pocos propietarios desisten de rehabilitar su vivienda por lo farragoso que resulta el proceso, con trámites de licencia que se eternizan de una administración a otra. En el mejor de los casos, se puede proceder a acometer la obra en cuestión de meses, pero en la mayoría de los casos las gestiones se eternizan durante un año o incluso más. Una de las viejas reclamaciones del sector inmobiliario en Galicia es la creación de una ventailla única que permita telemáticamente ayuntamiento proceso sin necesidad acudir con el farragoso papeleo a los distintos departamentos implicados en la reforma del inmueble (Patrimonio, IGVS...). “Oporto es el ejemplo a seguir, hace años había muchos edificios en ruinas y hoy está totalmente rehabilitado. Ahora bien, en Portugal las licencias llegan en 15 días”, advierete el presidente de la Fedración Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, quien llama a “simplificar a agilizar la burocracia en las licencias tanto de obra nueva como reforma y rehabilitación”. Ante el estallido de la crisis del Covid, los empresarios inmobiliarios ven una buena oportunidad” para relanzar la rehabilitación de viviendas, en especial en los municipios de la Galicia vaciada. “Se contribuye a las sostenibilidad del entorno y a fijar población en los concellos rurale”, destaca Iglesias.