El Gobierno central transferirá casi 3.000 millones de euros a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos con el objetivo de implementar zonas de bajas emisiones en las ciudades, construir aparcamientos disuasorios o renovar sus flotas de transporte público.

Estas aportaciones aparecen recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el que se figuran dos partidas: una de 1.300 millones en transferencia a las comunidades autónomas y otra de 1.500 millones a las administraciones locales, así como una última de 105 millones para la mejora de la red de carreteras en entornos urbanos.

Para las comunidades autónomas, por una parte, habrá 900 millones de euros para financiar el 100% de los costes en actuaciones de titularidad autonómica que contribuyan al objeto de creación o funcionamiento de zonas de bajas emisiones en los entornos metropolitanos o a la transformación digital o sostenible del transporte.

Por otra parte, el Ejecutvio central abre un fondo de 400 millones de euros para que las diferentes comunidades convoquen unas líneas de ayudas destinadas a la transformación de las flotas de transporte de viajeros y mercancías de empresas privadas prestadoras de servicios de transporte, excluidas las de titularidad municipal.

Estas últimas aportaciones están ideadas para que las empresas privadas puedan comprar vehículos de bajas emisiones, implantar infraestructuras de repostaje de vehículos industriales con combustibles alternativos o achatarrar vehículos antiguos.

Ayuntamientos

En cuanto a los fondos que se habilitarán para los ayuntamientos, que alcanzarán los 1.500 millones de euros, incluyen entre sus objetivos la implantación de zonas de bajas emisiones, la transformación digital y sostenible del transporte colectivo e impulso a la movilidad sostenible y también a la transformación de sus flotas de transporte, en este caso públicas.