La Guardia Civil ha detenido a dos internos y a una tercera persona que había estado con anterioridad en prisión por presuntamente llevar a cabo actividades de proselitismo, captación y difusión de postulados yihadistas “de manera concertada y coordinada respondiendo a una estrategia común”.

Los arrestos se produjeron en centros penitenciarios de Teixeiro (A Coruña) y Murcia II, así como en la ciudad de Ceuta. Los detenidos habrían llevado a cabo actividades de proselitismo, captación y difusión de postulados yihadistas de manera concertada y coordinada. El detenido en A Coruña, preso por delitos contra el patrimonio, era objeto de especial vigilancia por haberse radicalizado durante su estancia en prisión.

Sus actividades, según la Guardia Civil, “estarían en línea con la estrategia global marcada por la organización terrorista Daesh” y consistían en la “materialización de acciones públicas para trasladar los mensajes o consignas de la citada organización, entre las que se encontrarían la realización de pintadas en zonas comunes de las prisiones, así como difundir a través de correspondencia postal contenidos idóneos para incitar a la afiliación terrorista”.

En la cárcel de Teixeiro fue detenido R. B., quien se encuentra cumpliendo condena por delitos contra el patrimonio, aunque está catalogado como interno de especial seguimiento (FIES) por tratarse de un interno radicalizado durante su estancia en prisión.

En el centro penitenciario de Murcia II se procedió a la detención de I. M., quien se encuentra como preso preventivo por delitos de terrorismo y es conocido por su actividad radical y adoctrinadora. “La investigación ha puesto de manifiesto que sus actividades delictivas en prisión no eran hechos aislados, sino que obedecían a una estrategia común”, según detallaron desde el Instituto Armado.

Por último, fue arrestado M.D. en Ceuta. Esta persona estuvo en prisión durante dos periodos diferentes y en ambos ejerció actividades proselitistas y de difusión de consignas yihadistas.

En la investigación, dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional y coordinada por la Fiscalía, fue clave la actividad de control y seguimiento realizado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias al objeto de identificar las actividades de los ahora detenidos.

Gracias al conocimiento de los procesos de radicalización en prisión, la investigación ha puesto de manifiesto que las actividades de estos detenidos se pueden enmarcar en una “dinámica grupal” más amplia en la que de manera concertada y coordinada centraban sus esfuerzos en radicalizar, captar y adoctrinar ideológicamente en los postulados de la organización terrorista Daesh a nuevos individuos dentro de prisión.

No es la primera vez que la desarticulación de una red de captación y adoctrinamiento afecta a internos en Teixeiro. Ya en 2018 fueron interceptados tres reclusos en el centro penitenciarios coruñés por utilizar a presos comunes para cartearse con otros miembros del grupo operativo en 17 cárceles del país. La voz de alarma fue dada por presos comunes que actúan como confidentes de un equipo de funcionarios especializado en lucha antiterrorista, formado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para recabar información sobre internos sospechosos de terrorismo.