Las Fuerzas de Seguridad del Estado asestaron a principios de este mes un nuevo golpe contra el narcotráfico en Galicia con la detención de 33 personas y la incautación de 5 kilogramos de heroína. Ayer, la Policía Nacional dio los detalles de una operación iniciada en abril del pasado año que permitió descubrir la ramificación en la comunidad de un clan turco-kurdo y el asentamiento en Galicia de varios campamentos para la distribución de droga que parecían “auténticas fortalezas” por las medidas de seguridad que tenían desplegadas. La trama también operaba con varios politoxicómanos en condiciones “cercanas a la esclavitud”.

La investigación se inició al detectarse el notable incremento de personas dedicadas a la distribución al por menor de heroína y cocaína que se desplazaban a varios asentamientos de las localidades de Ferrol y Narón para aprovisionarse de estupefacientes. En esta última localidad se comprobó que se había creado un nuevo “asentamiento” y un centro de distribución dedicado a la venta de droga, por lo que, establecidos varios controles, se detuvo a cuatro personas dedicadas al trapicheo en varios puntos de Galicia, Asturias y Castilla y León, a los que se les intervino un total de 145 gramos de heroína.

Durante las pesquisas para esclarecer esta organización delictiva en la provincia de A Coruña, los agentes dieron con un clan de origen turco-kurdo, vinculado al tráfico de heroína a gran escala, cuyos miembros habían mantenido varias citas y entrevistas con la organización investigada. El principal responsable de este clan, vinculado con dos asesinatos en Turquía, con dos requisitorias de Interpol, fue detenido ya el año pasado, pero el operativo logró documentar la estructura de la organización, altamente jerarquizada, el entramado delictivo y su vinculación con mafias dedicadas a la distribución de heroína en Europa de origen turco y albanés. La organización de narcos contaba con una enorme red de colaboradores con funciones muy específicas.