Los astilleros de Navantia llegan al ecuador del año pospandemia con una de cal y otra de arena. La buena noticia para la plantilla es que tendrán más carga de trabajo tras la firma de acuerdo de colaboración de la empresa estatal de construcción naval con Imasa Technologies (Imatech), filial de reciente creación de la ingeniería asturiana Imasa, para fabricar turbinas de vapor. Será a través de una innovadora tecnología que elimina la necesidad de agua en la refrigeración y reduce el autoconsumo de electricidad. Las malas nuevas llegan desde Grecia, donde Navantia se ha quedado fuera del concurso para la construcción de cuatro fragatas para la Marina helena, que ha aceptado los proyectos presentados por Francia, Alemania, Holanda, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.

Tras la ola de movilizaciones con la que arrancaron el año los trabajadores del naval en la comarca de Ferrolterra en demanda de carga de trabajo, los nuevos encargos vendrán de la mano de Imatech. Según los términos del acuerdo, Imatech diseñará y suministrará los equipos propios de la tecnología de Ciclo Higroscópico (HCT), y la fábrica de turbinas de Navantia en Ferrol se encargará de la fabricación, montaje, pruebas y mantenimiento de nuevas turbinas de vapor y engranajes reductores, así como la revisión, puesta a punto y modernización de las existentes.

El acuerdo tendrá un alcance mayor ya que ambas empresas estudian la posibilidad de colaborar en proyectos de I+D+i en los campos de la energía y la industria. “Navantia aporta su capacidad industrial y su experiencia comercial internacional para impulsar una tecnología de alto valor añadido. La fábrica de Turbinas de Ferrol puede convertirse en un actor relevante en la senda hacia la consecución de una energía más sostenible”, destaca el director Comercial y de Desarrollo de Negocio de Navantia, Javier Herrador, a través de un comunicado en el que se hace pública la firma del acuerdo.

Los dos grupos entienden que la tecnología de Ciclo Higroscópico tiene oportunidades de comercialización para centrales de generación de energías renovables (caso de termosolares y biomasa), en plantas para incinerar residuos sólidos urbanos no reciclables u otros residuos industriales y comerciales (las denominadas WTE), en instalaciones de cogeneración, centrales térmicas tradicionales y en las centrales de ciclo combinado (alimentados con gas natural).

Navantia, especializada en el diseño y construcción de buques militares y civiles de alta tecnología, también diseña y fabrica sistemas de combate y de mando y control, así como sistemas integrados de control de plataforma, direcciones de tiro, plantas propulsoras y otros equipos. Y en los últimos años se ha implantado en el negocio de construcción de estructuras para los parques eólicos marinos. Para la empresa estatal, esta colaboración supone avanzar en las directrices de su Plan Estratégico, apostando por una línea de negocio innovadora y con un importante componente de sostenibilidad medioambiental.

Por su parte, el director de Imatech, José Ignacio Martínez, augura que el acuerdo con Navantia permitirá “acelerar el desarrollo comercial y la internacionalización de la Tecnología HCT, que tiene unas claras ventajas por su eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad medioambiental contribuyendo de esta forma, al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones y los retos en la lucha contra el cambio climático”.