El COVID no ha supuesto una merma en la llegada de foráneos a Galicia. Todo lo contrario. El año pasado los residentes extranjeros en la comunidad alcanzaron los 112.638. Récord histórico. Nunca antes se había conseguido esta cifra. Ni antes de la anterior crisis, cuando el máximo de empadronados de otros países se logró en 2012 con 112.183. A partir de entonces, la cifra encadenó cinco años de caídas hasta los 87.189 (casi 25.000 menos) de 2017. Y desde entonces se han producido tres ejercicios al alza hasta los 112.638 del año pasado.

Como consecuencia de este incremento, ha habido un cambio en la composición de los habitantes de los concellos, y han aumentado aquellos en los que la población extranjera supera el 5% del total.

En los últimos años, estos ayuntamientos se habían desplomado casi a la mitad. De los 36 que había en 2010 se había pasado a los 19 de 2015 debido a la marcha de foráneos a otras comunidades o a otros países. En 2014, por primera vez desde que arrancó la crisis, la cifra de extranjeros en Galicia se quedó por debajo de los 100.000 y así estuvo hasta 2019.

Pero en 2020 el número de municipios en los que el peso de los extranjeros superó el 5% del censo total se elevó hasta los 43, casi el doble de los que había en 2018 (25). Pese al incremento, los 43 ayuntamientos en los que más del 5% de sus habitantes son de otras nacionalidades son casi una excepción en una comunidad en la que los ciudadanos extranjeros representan el 4,2% (cinco décimas más que en 2019).

Estos 43 municipios son muy dispares: están cinco de las siete grandes ciudades; solo otros siete superan los 15.000 habitantes, cercanos a las grandes urbes gallegas y que deben parte de su crecimiento a la inmigración, pero sobre todo son pequeños municipios de comarcas del interior de la comunidad (una cuarta parte tiene menos de 2.000 habitantes).

Ferrol y Pontevedra

De las siete grandes ciudades, solo Ferrol y Pontevedra no superan el 5% de extranjeros en su padrón. El porcentaje más bajo es el de la ciudad departamental que no alcanza el 3%, mientras que en la pontevedresa llega hasta el 4,2%. Con respecto a 2019, las otras cinco grandes urbes han entrado en el listado de los que superan el 5% de extranjeros. El porcentaje más alto es el de Lugo (6,1%), seguida de A Coruña (6%) y Ourense (5,9%). Fuera del podio se colocan Vigo (5,4%) y Santiago (5,2%).

Además de estos cinco grandes municipios, hay otros siete que pasan de los 15.000 habitantes y en los que el porcentaje de foráneos que viven en ellos también supera el 5%. En la mayoría de los casos son ayuntamientos cercanos a las grandes urbes: Arteixo y Sada en A Coruña; Ames en Santiago y O Porriño en Vigo. También forman parte de este grupo Viveiro, Monforte y Lalín.

Pero la gran mayoría de los 43 concellos cuentan con menos de 10.000 habitantes y están en el interior de la comunidad. Las provincias de Lugo y Ourense concentran dos tercios de los ayuntamientos con más peso de la inmigración (la primera 16 y la segunda 15). Por el contrario, en las de A Coruña y Pontevedra solo hay 12: seis en cada una.

El año pasado había 43 ayuntamientos gallegos que superaban el 5% de población extranjera. Pero si se aumenta el porcentaje al 10%, la cifra se reduce a seis: cinco en la provincia de Ourense (Entrimo, Carballeda de Valdeorras, Oimbra, Verín y A Mezquita) y uno en la de Lugo (Burela). Y si se incrementa al 14% quedan solo dos, los dos en Ourense. Carballeda de Valdeorras y Oimbra poseen un 14,9% de sus empadronados de nacionalidad extranjera. El primero cuenta con 223 foráneos de 1.499 habitantes y el segundo, con 265 de 1.720.

La otra cara de la moneda son los tres concellos, los tres de la provincia de A Coruña, en los que el porcentaje de vecinos que no tienen la nacionalidad española es mínimo. Por debajo del 0,5%. Son poblaciones, la mayoría pequeñas (ninguna supera los 3.500 habitantes), en las que hay empadronados menos de una veintena de extranjeros. En A Baña el porcentaje de extranjeros es solo del 0,4% (17 foráneos frente a un total de 3.415 habitantes); Dodro, también con el 0,4% (10 frente a 2.750) y Frades con el 0,3% (7 frente a 2.302).

Los casos más extremos son Frades, Triacastela, Beade, San Xoán de Ríos y Larouco en los que los habitantes de otras nacionalidades no superan las siete personas. Solo el primero llega a los dos millares de empadronados y los otros cuatro no alcanzan los 700.

Venezolana y colombiana, las nacionalidades con más peso en la ciudad de A Coruña

Un total de 37 nacionalidades, además de la española, conviven en la ciudad de A Coruña. En 2020 había censadas en el ayuntamiento un total de 14.836 personas de otros países, el 13% del total de la comunidad. América es el continente que más extranjeros aporta al municipio (8.500). Le siguen los procedentes de países de Europa, con 2.914 y los de África, con 1.920. De las 37 nacionalidades con presencia en A Coruña, las cuatro más numerosas son la venezolana (2.117 personas); colombiana (1.363), peruana (971) y brasileña (969). La comunidad cubana también es importante, con 800 ciudadanos, al igual que la italiana, con 776. El de A Coruña es el segundo concello con más extranjeros. La clasificación la encabeza Vigo, con 16.063. Entre los dos suman el 27% de los foráneos que viven en Galicia. Además de las siete grandes ciudades que aglutinan al mayor número de extranjeros, hay otros trece concellos que superan el millar de habitantes de otras nacionalidades. Destacan Arteixo (1.825), Vilagarcía (1.625), Oleiros (1.556) y Ames (1.442). En las siete urbes vive el 36% de la población gallega. Sin embargo, están empadronados el 47% de los extranjeros que habitan en Galicia.