En el monte gallego no hay ojos suficientes para perseguir a los incendiarios que cada año aprovechan la falta de testigos para devastar cientos de hectáreas. Pero son cada vez más los medios que se ponen en marcha para disuadir a los pirómanos y, en caso de producirse un incendio, actuar nada más detectarse el foco para minimizar su alcance. Para la campaña de este año, que comenzó ayer y se prolongará hasta el 30 de septiembre, Galicia contará este año con 22 cámaras de vigilancia más que en el operativo de 2020. En total, 142 dispositivos que operarán las 24 horas del día este verano, lo que permitirá tener bajo control el 70% del territorio gallego.

Estas cámaras tienen un alcance de hasta 15 kilómetros y permiten un movimiento de 360 grados, están provistas de un zoom que incluso permite detectar la presencia de vehículos sospechosos en las inmediaciones de un incendio.

El sistema facilita la vigilancia remota de los montes desde el Centro de Coordinación durante las 24 horas del día y permite a los agentes y a los técnicos forestales el acceso en tiempo real a las imágenes, incluso a través de los dispositivos móviles. En caso de detectarse un incendio, el sistema ofrece información visual en directo sobre el avance y las condiciones de las llamas y también permite geoposicionar el punto que se está controlando en cada momento.

De esta forma, la red ofrece un mecanismo de apoyo a la toma de decisiones por las autoridades y personal técnico para movilizar y gestionar medios y recursos para las labores de extinción.

En cuanto a los efectivos que se desplegarán esta campaña, Galicia dispondrá de un operativo con 7.000 efectivos entre medios de la Consellería de Medio Rural y otras instituciones, con una inversión que alcanza los 180 millones de euros entre prevención y extinción. También habrá 378 motobombas y cerca de una treintena de medios aéreos —entre aeronaves de Xunta y Gobierno central—.

Este verano operará por primera vez la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO), formada por 15 miembros de la escala de agentes ambientales que se centrarán exclusivamente en la investigación.

En cuanto a las parroquias de alto riesgo de incendio, para esta campaña han sido identificadas un total de 35, siete más que en 2020. Para denuncias anónimas sobre posibles incendiarios, sigue activo el teléfono 900 815 085.

Durante la tarde de ayer, el conselleiro de Medio Rural, José González, presidió el Comité Integrado de Prevención de Incendios de Galicia (Cipig), en un acto con el delegado del Gobierno, José Miñones, quien informó de que nueve medios aéreos estatales y cerca de un millar de personas trabajarán en esta campaña en la comunidad gallega. Además, según apuntó, hay la posibilidad de ampliar el refuerzo con medios del resto del territorio, en donde habrá 69 aeronaves.

El Ministerio de Transición Ecológica desplegó dos aviones en Galicia, mientras que estaba previsto que ayer mismo enviase otro avión anfibio al aeropuerto de Santiago, además de dos brigadas de lucha contra incendios a la base de Laza (Ourense).