La Guardia Civil destruyó 3.154 armas en Galicia durante el pasado año 2020, de las cuales 2.517 eran largas y 509 cortas. Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al programa de acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras.

Por provincias, según los datos facilitados por el Instituto Armado, del total, 2.091 armas fueron destruidas en al provincia de Pontevedra, de ellas 1.639 largas y 356 cortas; y 580 en la de A Coruña, 470 largas y 110 cortas.

Por su parte, en la provincia de Ourense fueron destruidas en 2020 un total de 483 armas, de ellas 409 largas y 43 cortas. Por su parte, en la de Lugo no se acabó con ninguna.

En total en España la Guardia Civil destruyó durante el pasado año un total de 60.083 armas, entre las que más de 49.100 eran de fuego, según informó el instituto armado.

La Guardia Civil recuerda que, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y se determina su destrucción. Otras se destruyen por el cese del derecho a la tenencia y uso de sus titulares y no haber sido adjudicadas en subastas. Las armas son reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición.

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos del estado, se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil que controlan el acceso legal, para lo que el Reglamento vigente establece unos requisitos, como la carencia de antecedentes penales y la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo.

Para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deja de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.

La inutilización de un arma, a partir del año 2011, se lleva a cabo mediante un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, de manera que sea imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento.