Los valores del Camino de Santiago como símbolo de unión y convivencia fueron ayer ensalzados por el rey Felipe VI y los presidentes autonómicos en el acto de apertura del Año Xacobeo —en que esta ocasión comprende los años 2021 y 2022— celebrado en Roncesvalles (Navarra), donde se puso como referencia la colaboración institucional en torno a la Ruta Jacobea.

Los reyes Felipe y Letizia presidieron en la Real Colegiata de Santa María el evento, al que asistieron también el ministro de Agricultura, Luis Planas, y representantes de los gobiernos de las comunidades autónomas por las que transcurre el Camino de Santiago, entre ellos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

En un día frío y lluvioso, con algo de niebla, la delegación de autoridades recorrió a pie, desde Ibañeta, kilómetro y medio del Camino, en sentido inverso, hasta llegar al Complejo Urbano de Roncesvalles.

Allí, Felipe VI valoró la Ruta Jacobea como símbolo de unión del patrimonio histórico y cultural de los lugares que lo jalonan y respaldó la colaboración institucional para promocionar y proteger un Camino que “sigue vivo” tras siglos de peregrinaje y pese al “silencio” en el que hasta hace poco lo ha sumido la pandemia.

El Rey mostró una “inmensa alegría” por haber hecho el recorrido junto a representantes autonómicos, “símbolo de la necesaria y fructífera colaboración institucional en la protección y promoción de este importantísimo bien cultural y natural; también lo es espiritual”. “Sin duda en estos momentos necesitamos encontrarnos con todo lo que acompaña y genera el Camino de Santiago en todas sus rutas: su sentido profundo y espiritual, la recuperación de las relaciones sociales, el intercambio de experiencias y una actitud, un comportamiento siempre constructivo y respetuoso con la naturaleza”, proclamó Felipe VI en su intervención. “Todo ello —añadió— nos enriquecerá y ayudará a superar esta crisis en el presente y con una mirada esperanzadora en el futuro”.

Don Felipe destacó además que el Año Jacobeo permite celebrar “la existencia de un camino de encuentro entre personas de muy distintos orígenes que, en pleno siglo XXI, se mantiene vivo desde la Edad Media”.

En el turno de los presidentes autonómicos, que apelaron a la unidad y a la convivencia, Feijóo sostuvo que el Camino es “la red social por antonomasia, la más antigua, más integradora, y la que más ha perdurado a lo largo de los siglos”, cuya principal virtud —dijo— es “acortar lejanías” y “superar fronteras”.